EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Dana Rodson
Saliendo de Central Park
Buf, estoy hecha polvo, he corrido un buen rato detrás de ese cabrón, pero lo he perdido.
Para un par de días que tengo de fiesta y que puedo disfrutar en casa y no dejan de pasarme desgracias, primero el insomnio, luego lo del Segundo Sol, ahora me roban... y claro, ni se me ocurre ir a alguna comisaría a poner la denuncia porque hoy estarán hasta los topes.
Lo que más rabia me da es que se halla llevado la linterna de mi padre, y mi mochila amarilla nuevecita, con lo que me gustaba...
Lo mejor que puedo hacer es salir del parque por la salida más cercana y dirigirme a la estación de metro para regresar a casa. Una vez allí me daré un buena ducha y ya pensaré qué hacer.
Espero no tener más problemas por el camino, ahora mismo sería capaz de matar a cualquiera.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
"Se que no me creereis, pero debo hacerlo. Debo librarles a ellos del sufrimiento que se les avecina, y tambien librarnos a nosotros
del peligro que suponen. Ellos no lo saben, pero acabarán comiendose a sus madres y a sus hijos. Dios me lo ha dicho.
Hacía tiempo que no lo veía tan claro, esas malditas drogas del sanatorio duermen la razón. Yo nunca he sido muy listo pero sabía como vomitar las pastillas tras comerlas. Tambien les dije que ya no oía a Dios. Dios me lo dijo,
Y ahora la claridad celestial me imbuye, me llena, me muestra todo con tanta claridad que apenas puedo respirar. Cuando ese segundo sol, cada vez más rojizo, caiga sobre nosotros habrá una purga. Separará a los hijos de Dios y a los de Satanás, y será una lucha desigual. Así que es hora de igualar las bazas, veo el brillo rojo de aquellos que se convertirán, y la llama azul de los tocados por Dios".
El gigante de color, abre un enorme armario, quita toda la ropa lanzandola sobre el suelo. El armario es mucho menos ancho de lo que debería, y a martillazos tumba la falsa pared de flojo contrachapado y empieza a sacar cajas.
Media hora después ya está apunto. Sube en su furgoneta, y cuando se sienta los amortiguadores chirrian y la furgoneta se inclina hacia el asiento del conductor. Sabe que cuando baje de la furgoneta habrá un antes y un después para su vida. De hecho lo iba a haber para todos en no mucho tiempo, pero al menos el elegía cuando. Conduce por encima de la acera atropellando a varias decenas de personas y frenando en seco para no atropellar a otras. Atraviesa la reja arrollando a varios chavales que hacían futing y da un volantazo para no atropellar a un mendigo. Sigue su imparable marcha por el parque esperando una señal.
La tiene. Un kiosko en el que hay escrito "SECOND SUN ". Baja de la furgoneta y esta con un chirrido de los amortiguadores recupera su horizontalidad. Abre las puertas traseras de su furgoneta negra, la gente se debate entre huir o curiosear. Del interior de la furgoneta -que contiene todo un arsenal- saca una ametralladora ligera de cargador de rodillo. Se santigua.
"Dios guia mi mano y mi corazón para que ningun inocente resulte herido"
Luego abre fuego, y los arboles y las personas empiezan a explotar como tomates maduros, las hojas, las astillas, la sangre y los gritos se mezclan en una amalgama de pesadilla. A pesar del caos la mole -armada y blindada como un tanque- no dispara a discreción ni al azar, deja vivos a algunos a propósito y sin razón aparente mientras mata a otros. Niños, viejos, hombres y mujeres mueren bajo un torrente de balas sin fin. Llora mientras dispara, aunque nadie lo ve. Lo hace porque es la voluntad de Dios, separar el trigo y la paja. Segar a la manzana podrida antes de que se pudra.
Sabe que el tiene razón, pero el mundo no lo sabe.
Dios se lo ha dicho.
ElUltimoEnMorir- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Dana Rodson
A las puertas de Central Park
Justo cuando estoy a punto de salir del parque he oido un estruendo enorme, como una explosión, no sé que es lo que ha hecho que me volviese, seguramente creo que tiene que reventar alguna de mis tuberías en cualquier momento y he mirado a lo ancho del parque en busca de alguna columna de humo.
No hay nada, habrá sido un coche chocando contra otro, no es nada de extrañar teniendo en cuenta los atascos que hay y como está la gente de loca.
Me giro de nuevo para volver a mi camino. Ya veo la boca de metro, está a unos 50 metros de mí, creo que bajaré hasta Grand Central a ver a Sasha antes de ir a casa, quizá consiga que me anime un poco. Lo malo es que no sé si estará en casa, si tuviese aquí el movil... si lo tuviese aquí, probablemente también me lo habría robado ese chorizo. En fín, creo que...
(Se oye una ráfaga a lo lejos)
-¿Que coño...- antes de que termine la frase escucho otra ráfaga, y otra. La sangre se me hiela en las venas, el vello de los brazos se me pone de punta.
Los gritos de la gente empiezan a sonar por encima del vocerío del atasco, la gente se gira para ver que sucede. Un montón de personas viene corriendo, se pisan y empujan entre ellos, el pánico cunde entre los conductures y algunos empiezan a abandonar sus coches y a seguir a la masa que crece por momentos. Desde luego el día no hace más que mejorar.
Dos chicas pasan a mi lado dando traspiés, una de ellas va sollozando, la agarro del brazo.
-¡Eh! ¿qué pasa?¿que está pasando?
-¡Un loco!¡Se ha puesto a pegar tiros en el parque!- me dice mientras las lágrimas le resbalan por las mejillas.
-¡Dejanos en paz!-espeta la otra mientras tira de su amiga y siguen corriendo.
A lo lejos suena otra ráfaga. Y otra. Y otra más.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Theo Howlett
En su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Me despierto con el sonido de mi movil, el cual no consigo localizar hasta que han colgado, que oportuno, cuando por fin consigo acertar a desbloquear el maldito trasto, veo que quien me llamaba tan insistentemente era mi novia, la cual al parecer ha llamado varias veces a lo largo de todo el dia, ¿que querra? Creo que no he olvidado su cumpleaños ni ninguna cosa de esas, asique no entiendo porque tanta llamada, supongo que habra vuelto a encontrar algun animalito "monisimo" o alguna tonteria de las que tanto le gustan en las rebajas, bah, me ocupare luego de ella, ahora necesito situarme.
Veamos, llevo durmiendo todo el dia, anoche volvi a acostarme tarde, como no, y no recuerdo nada de lo que hice, asique supongo que volvi a emborracharme, mierda, espero que mi chica no se entere... ¿Estaria ella presente? Puede que por eso me alla estado llamando... Ultimamente no me deja tranquilo en ningun momento, así no hay quien pueda ocuparse de sus asuntos privados
Buf, me duele la cabeza, ni siquiera se que hora es... y hace un calor agobiante, desde la aparición de aquel maldito segundo sol parece que haya aumentado la temperatura, y encima la gente esta histérica, las calles abarrotadas, la policía colapsada, las carreteras prácticamente bloqueadas con el trafico, los centros comerciales a rebosar... no me extrañaría que algún psicópata acabase liándose a tiros en medio de la calle o alguna cosa por el estilo... Como me alegro de haber sido mas previsor que todos ellos y haber empezado a prepararme para una situación así en cuanto se empezó a poder diferenciar esa pequeña luz que acabaría ocupando tanto como la luna, pensar que los pocos que me conocen me decían que estaba siendo paranoico, ja, ahora me río yo de ellos, lo único que no he podido conseguir es una pistola, pero tampoco he sabido usar nunca uno de esos chismes
Otra vez el dichoso movil... mira que es pesada esta chica...
En su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Me despierto con el sonido de mi movil, el cual no consigo localizar hasta que han colgado, que oportuno, cuando por fin consigo acertar a desbloquear el maldito trasto, veo que quien me llamaba tan insistentemente era mi novia, la cual al parecer ha llamado varias veces a lo largo de todo el dia, ¿que querra? Creo que no he olvidado su cumpleaños ni ninguna cosa de esas, asique no entiendo porque tanta llamada, supongo que habra vuelto a encontrar algun animalito "monisimo" o alguna tonteria de las que tanto le gustan en las rebajas, bah, me ocupare luego de ella, ahora necesito situarme.
Veamos, llevo durmiendo todo el dia, anoche volvi a acostarme tarde, como no, y no recuerdo nada de lo que hice, asique supongo que volvi a emborracharme, mierda, espero que mi chica no se entere... ¿Estaria ella presente? Puede que por eso me alla estado llamando... Ultimamente no me deja tranquilo en ningun momento, así no hay quien pueda ocuparse de sus asuntos privados
Buf, me duele la cabeza, ni siquiera se que hora es... y hace un calor agobiante, desde la aparición de aquel maldito segundo sol parece que haya aumentado la temperatura, y encima la gente esta histérica, las calles abarrotadas, la policía colapsada, las carreteras prácticamente bloqueadas con el trafico, los centros comerciales a rebosar... no me extrañaría que algún psicópata acabase liándose a tiros en medio de la calle o alguna cosa por el estilo... Como me alegro de haber sido mas previsor que todos ellos y haber empezado a prepararme para una situación así en cuanto se empezó a poder diferenciar esa pequeña luz que acabaría ocupando tanto como la luna, pensar que los pocos que me conocen me decían que estaba siendo paranoico, ja, ahora me río yo de ellos, lo único que no he podido conseguir es una pistola, pero tampoco he sabido usar nunca uno de esos chismes
Otra vez el dichoso movil... mira que es pesada esta chica...
DenbroughMcClane- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Dana Rodson
Alrededores de Central Park
Al final me decido y voy en contra de la marea humana que corre como un animal asustado. Por el camino voy viendo caos y miedo, me recuerda las imágenes del 11-S. Por aquel entonces aún no vivía aquí, pero ví las imágenes que retransmitían en la tele y me quedé paralizada. Ahora lo estoy viviendo en directo.
No puedo correr, la multitud me lo impide, así que recorro Central Park Street como puedo, esquivando gente, recibiendo empujones, al cabo de un tiempo ya casi no hay gente que venga en esta dirección, un chico está caido en el suelo, recostado contra un coche, a su lado tiene un monopatín. Me agacho junto a él.
-¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?
-Me he torcido el pie- al intentar moverlo hace un gesto de dolor.-puede que esté roto.
Miro su pie y se lo palpo con cuidado.
-Sobrevivirás, me parece que es sólo un esguince ¿que ha pasado?¿que ha sido todo ese ruido?
-No lo sé, estaba con unos colegas haciendo skate en el parque, veníamos por PArk Drive y al llegar aquí oímos los disparos.
Disparos.
¡Jesús!¿es que de verdad se ha vuelto loco todo el mundo? No hace falta que venga un cometa del fin del mundo, para cuando llegue ya nos habremos matado entre nosotros.
-¿Has visto algún poli cerca?
-No... bueno, me pareció ver un coche patrulla más atrás, pero no estoy seguro...
-¿Y tus amigos?
-Cuando empezó el barullo nos perdimos de vista, no sé donde estarán.
-Bueno, voy a intentar ver qué es lo que está pasando, tu quédate quieto, si crees que puedes ir a la pata coja, ves con cuidado hacia el Ritz-Carlton, seguro que en el hotel tienen botiquín.
Me levanto y le miro a los ojos, el crío no tendrá más de 16 años. Vuelvo a dirigirme hacia la entrada de Park Drive. Cerca de la entrada parece haber alguien tirado.
-¡Eh! ¿A donde va? ¡No me deje aquí!
-¡Diles que manden ambulancias, y policías!
Sigo hacia adelente, oigo a lo lejos el chico gritarme.
-¡¿Está loca?!¡alguien está pegando tiros y usted va para verlo!?[/b]
La misma pregunta resuena en mi cerebro, ¿porqué?¿porque voy a arriesgar mi vida?
Ya casi he llegado a la entrada, apenas hay gente por aquí, una cría que parece un poco más pequeña que el chaval se encuentra acurrucada junto a la pared, abrazándose las piernas y llorando mientras se balancea.
-Eh, eh, eh, vamos... ¿estas bien, estas herida?- le pregunto mientras le acaricio su rubia cabellera.
-...N..no, no.
Tiro de ella para que se levante, está en estado de shock. La cojo de la barbilla para que me mire a los ojos.
-¿Estás bien?¿seguro?¿no te duele nada?
-No, n...no, estoy bien-tartamudea mientras veo que va empezando a reaccionar.
-Bien, ¿puedes hacerme un favor?¿ves aquel chico de allí- le indico el chaval que está en el suelo, todavía haciendome gestos con las manos.
-S...Sí...
-Bien. Quiero que vayas hasta donde está y que intenteis llegar hasta el Ritz de la 59 ¿podrás hacerlo?, ¿ves el hotel desde aquí?
La cría me mira a los ojos mientras se limpia las lágrimas y asiente con la cabeza. Le doy un suave empujón y veo como se aleja paso a paso, para emezar a correr a mitad de camino hasta llegar al chico.
Bueno, ya he hecho la buena obra del día, ahora a ver dónde está ese coche patrulla que me dijo el chaval. ¿Dónde hay un poli cuando se le necesita?
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Hanako Kitano.
Un portal oscuro.
Lo agarró con rapidez, sin que él pudiera reaccionar. Su cara era de sorpresa, pero en su mirada tenía un brillo retador, como si ni siquiera en ese momento, en un lugar donde nadie podía ayudarle, pudiera sentir miedo.
Hizo un movimiento, quizá un intento de huir, pero ella ya tenía su wakisashi en su yugular, y con una pequeña presión, el profesor dejó de lado la idea.
- ¿Qué coño quieres?
Hanako se acerca, lo mira fíjamente, sí… o era valiente, o un suicida, sin duda.
- ¿Quién eres y porqué te persiguen esos tres tipos?
- Soy Marvin. ¿Esos tipos? No sé, supongo que quieren venderme una enciclopedia. – Su mirada le retó – Pero tú no pareces de Planeta deAgostini precisamente ¿verdad? – Ella sonríe.
- Ya… una enciclopedia… pese a que tienes pinta de ratón de biblioteca no tienes mucha imaginación. – Le recordó a Puzzo y, eso, no era nada bueno para él… aunque no lo supiera. – Mira Marvin… ¿Sabes quienes son esos?
- Alúmbrame, amiga. – Pam, un tiro y solucionado… pero se quedaría sin respuestas… “Amigo, pensó, te estás acercando demasiado al borde del precipicio..”
- Son gente muy peligrosa.
- Vaya por Dios.
- ¿Y tú vas a ayudarme o a echarme a los leones?
- Eso, Marvin, es algo que aún está por decidir… ¿Qué quieren de ti?
- Un amuleto del siglo XVI.
- ¿Un amuleto?
- Si, un medallón. Si me quitases esto del gaznate intentaría enseñártelo. ¿No haré nada, vale?
- Hanako guarda el wakisashi mientras da un paso atrás. – Más te vale.
- Así está mejor
El hombre, Marvin, se quita el medallón y lo enseña a una distancia prudencial, bien, al menos no era idiota…El colgante era plateado de forma circular, una extraña piedra descansaba en su centro y tenía números grabados en el metal. Se preguntaba porqué ellos lo estaban buscando…
- Qué se supone que hace?
- ¿Qué hacen los medallones en tu país? En el mío se limitan a ser objetos inanimados, probablemente con un alto valor sentimental.
- Ella sonríe, demasiado cerca… - Si fuera sólo eso, ésos tipos no estarían tras tus pasos. Pero da igual… Te siguen tres, dos son tipos duros, el tercero parece tener más idea… - Ya estaba decidido, lo ayudaría de momento.
- Bien, que prefieres? Grandes o listos? mmm... ¿sabes? Para tí los grandotes, no te ofendas.
- Los listos también saben defenderse, antes diste un buen derechazo. – Dice mientras enarca una ceja, divertida.
- Vaya, me alegro de entusiasmar a mi público, aún me duele el codo.
- Pobrecito...
Él sonríe, tiene una boca bonita, seguramente se ha librado de muchas cosas con esa sonrisa… Una pena que a ella, todas aquellas fórmulas le dieran igual. Saca una de sus glocks con silenciador de la bota izquierda y se la ofrece.
- Bien, toma.
- Él la mira un segundo y sus ojos la observan con decisión. - Estoy algo oxidado con estos chismes, pero creo que me las ingeniaré.
- Estoy segura..
- De todos modos, lo primero es llegar a Central Park, así que tu haz lo que veas, pero yo tengo que llegar hasta allí.
- Para eso, Marvin, tenemos que quitarnos la mierda del zapato.
- Espero que la mierda esté seca. Sale más fácil
Se rió para sí, él no era de los suyos, si no un acomodado profesor de vete a saber donde, que se cree un profesional…
- A la de tres
- Uno..
- y tres!
- “Pero este tío de que va?”
Abre la puerta y en un segundo los localiza, están buscando al hombre, con mirada perdida. Pim, pam, pum, tres tiros a cada uno antes si quiera de que puedan llevarse la mano a la axila… Y la gente de alrededor, miran con terror buscando a los tiradores… pero ellos ya caminaban (también con cara de miedo) hacia Central Park.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Marvin Sloane
De camino a Central Park
Corro tan deprisa como me es posible, pero estos cabrones me están ganando terreno. Tengo que despistarles o esto va a terminar conmigo, joder. Me detengo una milésima de segundo para coger aire y prosigo mi marcha. ¿Qué hago? Ir directamente hacia Central Park es una locura con estos tipos pisándome el culo, así que tendré que deshacerme de ellos...
Intento correr más, pero sólo lo consigo diez segundos, lo suficiente para meterme de lleno en la muchedumbre que se agolpa frente a las puertas de un edificio. Mientras trago grandes bocanadas de aire puedo escucharles; parece que algún chalado está armando la de dios en el parque. Fantástico. Si tuviese una libreta anotaría esto a mi extensa lista de bendiciones diarias: "hijo de puta armado en Central Park - hecho". Hay dias en los que no debería salir de mi casa.
Los que me siguen se aparecen entre la muchedumbre y comienzan a buscarme, por lo que me interno más en ella. Algo me sujeta la mano, y cuando me giro para ver quien es, ya es tarde. Me arrastra junto a ella.
Estamos en uno de los portales de la calle. Al contrario que el exterior, aquí no hay nadie, y apenas llego a escuchar el sonido de la gente que está afuera. Junto a mí hay una joven de rasgos asiáticos que me mira con curiosidad. Por un instante me siento examinado, y eso me preocupa. Sin embargo, mis opciones son limitadas: quedarme en un portal a oscuras con una atractiva joven asiática o salir al exterior donde me persiguen no-se-cuantos tipos con la probable intención de abrirme la garganta. Sin embargo, antes de decidirme, un frío acero colocado con destreza en mi garganta disipa cualquier duda: me quedo con la china.
- ¿Qué cojones quieres? - si, lo sé. No es mi mejor frase.
Ante toda respuesta, mi amiga se acerca a mí. Sigue mirándome.
- ¿Quién eres y por qué te persiguen esos tipos?
Vaya, al menos no trabaja para ellos. Es una buena noticia.
- Soy Marvin. ¿Esos tipos? No sé, supongo que quieren venderme una enciclopedia. Pero tu no pareces de Planeta deAgostini precisamente, ¿verdad? - Vaya, a veces me sorprende lo imaginativo que puedo llegar a ser.
La chica sonríe, pero con una sonrisa fría, helada. Da miedo.
- Ya... una enciclopedia. Pese a que tienes pinta de ratón de biblioteca no tienes mucha imaginación - dice - Mira Marvin... ¿sabes quienes son esos? - me habla despacito, como si regañase a un crío
- Alúmbrame, amiga - ¡prefiero que me lo diga ella a tener que decírselo yo!
- Son gente muy peligrosa.
- Vaya por dios -es una respuesta simple, pero tiene mucha razón. - ¿Y tu vas a ayudarme, o a echarme a los leones?
- Eso, Marvin, es algo que aún está por decidir... ¿Qué quieren de tí?
Con un wakisashi al cuello y, obviamente, nulas posibilidades de huir, opto por ser sincero. Pero no del todo.
- Un amuleto del siglo XVI -esto es objetivamente cierto. Por dios, que no siga haciendo preguntas.
- ¿Un amuleto? - frunce el ceño
- Si, un medallón. Si me quitases esto del gaznate intentaría enseñártelo. No haré nada, ¿vale?
La chica da un paso atrás y guarda el wakisashi. - Más te vale -me dice. Joder, en la vida se me ocurriría jugar con esta tía. Probablemente acabaría ensartado como un pinchito.
- Así está mejor - me quito el medallón del cuello y se lo dejo ver, pero no se lo doy. Lo sostengo fuerte en mi mano. Es un amuleto redondo y plateado, con un pequeño cristal esmerilado en el centro. Tiene unos números grabados, como si se tratase de un reloj, aunque los números no coinciden con los de uno.
La chica lo mira detenidamente, y lanza la pregunta que más me temía - ¿Qué se supone que hace?
Pero tenía la respuesta preparada, aunque hago que no lo parezca. -¿Qué hacen los medallones en tu país?... en el mío se limitan a ser objetos inanimados, probablemente con un alto valor sentimental - Joder, cállate ya, es un puto medallón de plata.
Ahí está de nuevo, su sonrisa gélida. Siento un escalofrío, pero lo disimulo bien. O no.
- Si fuera solo eso, ésos tipos no estarían tras tus pasos... pero da igual. Te siguen tres. Dos son tipos duros, el tercero parece tener más idea
El día mejora por momentos
- Bien, ¿qué prefieres? ¿Grandes o listos? - espera... no creo que me convenga enfrentarme a dos tipos de dos metros cada uno - mmm... ¿sabes? Para tí los grandotes. No te ofendas.
- Los listos también saben defenderse - me responde - Antes diste un buen derechazo - acompaña esta frase con un simpático movimiento de cejas. Coño, es lo primero que hace que no me provoque un miedo atroz.
- Vaya, me alegro de entusiasmar a mi público. Aún me duele el codo - y sonrío, aunque espero que mi sonrisa sea más agradable que la suya.
- Pobrecito... - dice, mientras saca algo de una de sus botas - Bien, toma.
Es una pistola con un silenciador. Dios, como detesto estos chismes. Hace tiempo prometí no volver a usarlas jamás, pero tardé poco en descubrir que con el tipo de vida que llevo no puedo permitirme esos lujos.
- Estoy algo oxidado con estos chismes, pero creo que me las ingeniaré - exagero un poco. Tampoco se me da tan mal...
- Estoy segura...
- De todos modos, lo primero es llegar a Central Park - le digo - Así que tu haz lo que veas, pero yo tengo que llegar hasta allí. - creo que por ahora me ahorraré la parte de "para esquivar a un chiflado asesino y coger un bolso de un cubo de basura".
- Para eso, Marvin, tenemos que quitarnos la mierda del zapato
- Espero que la mierda esté seca. Sale más fácil - ahora me mira como si fuese un fenómeno de circo. ¿Qué le pasa? ¡Eh, la frase es cojonuda!
Deja de mirarme, al fin, y se dirige a la puerta.
- A la de tres. Uno...
- ¡y tres!
Salimos en un segundo. La chica observa un instante y dispara seis veces. Parece satisfecha. Yo tardo más en encontrar a mi objetivo, pero cuando lo hago no fallo. Directo al pecho y cae como un saco. ¡Hey, sigo en forma!
Pero no brota sangre. Ni una gota. Bueno, al menos estará dormido un rato. Le debes tu vida a un chaleco antibalas, cabronazo.
Y ahora, cagando leches hacia Central Park.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Joder!! ese tio se está liando a tiros! me echo a correr y bajo por las escaleras realizando dos tiros a ciegas a modo de advertencia, creo que le he dado o rozado en un brazo, pero no he mirado, tengo que salir de aquí. Salgo a la calle y apunto al primer coche que pasa por la calle.
- ¡Baja del coche! le grito
- ¿pero? ¿que coño haces? ¿Sabes quien soy yo?- me dice el viejo con unas gafas oscuras, la verdad es que no tengo ni puñetera idea, y en esta situación podría ponerse delante el mismisimo Elvis que le quitaría el coche.
- ¡que bajes del puto coche!- a lo que el viejo se baja con las manos en alto
Corro y meto la mochila en el asiento de copiloto y me pongo yo a conductor acelerando, espero no encontrarme con algun atasco...
nekroraptor- Administrador y Jefe Supremo
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Agente Kenneth
En el vestíbulo de Rockatansky.
Agente Kenneth: Tranquila chica todo saldrá bien. Le digo cogiendola de la mano y mirándola a los ojos. Esos dos policías ya no te molestarán más.
Veo sus ojos, va creciendo la esperanza. Lleva huyendo muchas más horas de las que nadie hubiea creido que sobreviviría. Y al final se siente segura, segura pero cansada.
Algo me salpica la cara y la mano de la chica aprieta la mía con una fuerza demencial.
Su estomago esta lleno de sangre y aún así ella lucha, lucha para decir unas últimas palabras.
Chica: Cen...tral
Muere en nuestros brazos. Algo explota dentro de mí y empieza a correr en la dirección del véstíbulo de donde ha venido el disparos. No se atreverá a sacar la puta cabeza.
Bajo las escaleras tan rapido como puedo y sin parar de jadear, me dispara dos veces por el hueco de la escalera y yo le devuelvo los disparos. No se como se las apaña para conseguir darme en el hombro el puto cabrón. Oigo la puerta abrirse y la vuelvo a abrir yo de una patada. Salgo a la calle y veo como arranca un coche tras tirar a un viejo del mismo. Vacío el cargador de la pistola y solo consigo reventarle algunos cristales.
De una hostia lanzo a un melenudo de la harley que exhibía ante su novia. Que me denuncie.
Pongo la moto en marcha sujetando la escopeta junto al manillar, ese cabrón no se escapa.
En el vestíbulo de Rockatansky.
Agente Kenneth: Tranquila chica todo saldrá bien. Le digo cogiendola de la mano y mirándola a los ojos. Esos dos policías ya no te molestarán más.
Veo sus ojos, va creciendo la esperanza. Lleva huyendo muchas más horas de las que nadie hubiea creido que sobreviviría. Y al final se siente segura, segura pero cansada.
Algo me salpica la cara y la mano de la chica aprieta la mía con una fuerza demencial.
Su estomago esta lleno de sangre y aún así ella lucha, lucha para decir unas últimas palabras.
Chica: Cen...tral
Muere en nuestros brazos. Algo explota dentro de mí y empieza a correr en la dirección del véstíbulo de donde ha venido el disparos. No se atreverá a sacar la puta cabeza.
Bajo las escaleras tan rapido como puedo y sin parar de jadear, me dispara dos veces por el hueco de la escalera y yo le devuelvo los disparos. No se como se las apaña para conseguir darme en el hombro el puto cabrón. Oigo la puerta abrirse y la vuelvo a abrir yo de una patada. Salgo a la calle y veo como arranca un coche tras tirar a un viejo del mismo. Vacío el cargador de la pistola y solo consigo reventarle algunos cristales.
De una hostia lanzo a un melenudo de la harley que exhibía ante su novia. Que me denuncie.
Pongo la moto en marcha sujetando la escopeta junto al manillar, ese cabrón no se escapa.
ElUltimoEnMorir- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Theo Howlett
En su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Joder, como siga llamandome asi al movil va a conseguir que le salga fuego, en fin, tendre que llamarla antes de que decida enviarme a las fuerzas armadas, odio cuando se pone frenetica, tal como esta la ciudad, lo ultimo que necesitamos es otra loca histerica gritando por el movil, esta sociedad se va a la mierda.
Mientras estoy marcando su numero, tocan a la puerta, joder, que inoportuno, ¿que hago, dejo el movil y abro la puerta o dejo que sigan aporreando la puerta y llamo por telefono? La respuesta se hace obvia cuando la persona que esta tras la puerta me llama por mi nombre, si me conoce, y sabe donde vivo, debe de ser algun conocido, de momento dejare el movil y ya llamare luego, si va a gritarme por el movil, puede hacerlo dentro de cinco minutos
Abro la puerta y me quedo sorprendido, la persona que esta de pie frente a mi puerta no es nadie conocido, nunca he visto a este tipo, pero el tio me mira con una sonrisita amistosa y con cara de conocernos de toda la vida, seguro que es un maldito vendedor de seguros o enciclopedias, mierda, me niego a volver a escuchar a uno de estos charlatanes durante media hora, ahora que parece que se acerca el fin del mundo, no paran de llamar, no entiendo en que piensan, ¿se creen que a la gente le intersa asegurar su casa y sus posesiones para cuando se acabe el mundo? ¿Y cuando cojones iban a cobrar, de camino al infierno? ¿Que pasa, que si no hay apocalipsis, te han estafado? En fin, que hable, y en cuanto mencione la frase "¿Le interesaria...?" lo echo a patadas...
El hombre, antes de emitir palabra alguna, me revisa con la vista, me mira de arriba a abajo, como si me inspeccionase, no se que espera encontrar, pero cuando termina, vuelve a sonreir y entonces, con una voz tranquila y casi alegre, dice: Hay que ver lo que has cambiado, Theo
Me quedo sin palabras, por primera vez en mi vida, me he quedado atonito, y no es por el hecho de que sepa mi nombre y a mi este tio no me suene de nada, sino por el hecho de que, segun parece, me conoce, y tengo muy claro que nunca le habia visto antes ni he tenido tratos con el, mierda, me esta mirando, tengo que decir algo...
Theo: ¿Q-Quien se supone que es usted? - Intento no parecer tan sorprendido como estoy, pero me mata la curiosidad - Y, ya de paso, ¿se puede saber de que me conoce? Estoy seguro de que nunca nos hemos visto antes, recuerdo muy bien a las personas
Hombre: Jajajajajaj - Emite una carcajada sonora que retumba en mis oidos, no entiendo que le hace tanta gracia - Veo que tu memoria previa al ataque que sufriste no ha vuelto todavia, pero es normal, fue un suceso muy duro para tu cerebro
¡¡¡¿QUECOJONES?!!! ¿Como sabe eso sobre mi? Mierda, mierda y remierda, esto se me va de las manos, en tan solo unos segundos este tio ha vuelto mi mundo del reves, ¿me conoce de antes del ataque? Este tio no es ningun vendedor de estupideces, sabe cosas sobre mi, cosas que yo no se, asique creo que se va a quedar a charlar conmigo un rato, que le den a la novia, esto es mucho mas importante que cualquiera de las tonterias por las que este intentando llamarme
Cojo al hombre fuertemente de la camisa y antes de que pueda decir nada lo meto en mi piso, no pienso dejar que se escape sin darme respuestas, por mi puede irse el mundo al infierno, necesito respuestas
En su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Joder, como siga llamandome asi al movil va a conseguir que le salga fuego, en fin, tendre que llamarla antes de que decida enviarme a las fuerzas armadas, odio cuando se pone frenetica, tal como esta la ciudad, lo ultimo que necesitamos es otra loca histerica gritando por el movil, esta sociedad se va a la mierda.
Mientras estoy marcando su numero, tocan a la puerta, joder, que inoportuno, ¿que hago, dejo el movil y abro la puerta o dejo que sigan aporreando la puerta y llamo por telefono? La respuesta se hace obvia cuando la persona que esta tras la puerta me llama por mi nombre, si me conoce, y sabe donde vivo, debe de ser algun conocido, de momento dejare el movil y ya llamare luego, si va a gritarme por el movil, puede hacerlo dentro de cinco minutos
Abro la puerta y me quedo sorprendido, la persona que esta de pie frente a mi puerta no es nadie conocido, nunca he visto a este tipo, pero el tio me mira con una sonrisita amistosa y con cara de conocernos de toda la vida, seguro que es un maldito vendedor de seguros o enciclopedias, mierda, me niego a volver a escuchar a uno de estos charlatanes durante media hora, ahora que parece que se acerca el fin del mundo, no paran de llamar, no entiendo en que piensan, ¿se creen que a la gente le intersa asegurar su casa y sus posesiones para cuando se acabe el mundo? ¿Y cuando cojones iban a cobrar, de camino al infierno? ¿Que pasa, que si no hay apocalipsis, te han estafado? En fin, que hable, y en cuanto mencione la frase "¿Le interesaria...?" lo echo a patadas...
El hombre, antes de emitir palabra alguna, me revisa con la vista, me mira de arriba a abajo, como si me inspeccionase, no se que espera encontrar, pero cuando termina, vuelve a sonreir y entonces, con una voz tranquila y casi alegre, dice: Hay que ver lo que has cambiado, Theo
Me quedo sin palabras, por primera vez en mi vida, me he quedado atonito, y no es por el hecho de que sepa mi nombre y a mi este tio no me suene de nada, sino por el hecho de que, segun parece, me conoce, y tengo muy claro que nunca le habia visto antes ni he tenido tratos con el, mierda, me esta mirando, tengo que decir algo...
Theo: ¿Q-Quien se supone que es usted? - Intento no parecer tan sorprendido como estoy, pero me mata la curiosidad - Y, ya de paso, ¿se puede saber de que me conoce? Estoy seguro de que nunca nos hemos visto antes, recuerdo muy bien a las personas
Hombre: Jajajajajaj - Emite una carcajada sonora que retumba en mis oidos, no entiendo que le hace tanta gracia - Veo que tu memoria previa al ataque que sufriste no ha vuelto todavia, pero es normal, fue un suceso muy duro para tu cerebro
¡¡¡¿QUECOJONES?!!! ¿Como sabe eso sobre mi? Mierda, mierda y remierda, esto se me va de las manos, en tan solo unos segundos este tio ha vuelto mi mundo del reves, ¿me conoce de antes del ataque? Este tio no es ningun vendedor de estupideces, sabe cosas sobre mi, cosas que yo no se, asique creo que se va a quedar a charlar conmigo un rato, que le den a la novia, esto es mucho mas importante que cualquiera de las tonterias por las que este intentando llamarme
Cojo al hombre fuertemente de la camisa y antes de que pueda decir nada lo meto en mi piso, no pienso dejar que se escape sin darme respuestas, por mi puede irse el mundo al infierno, necesito respuestas
DenbroughMcClane- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Theo Howlett
Hombre desconocido
En el interior de su piso en la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23, junto al hombre desconocido
Una vez cierro la puerta con un portazo que hace temblar las paredes, lanzo al dichoso individuo hacia el interior de mi piso, y le arrastro hasta una silla cercana, todo ello sin mediar palabra y con la expresión mas dura que he puesto en mi vida, nunca me había puesto tan frenético
Hombre: Deberías tranquilizarte Theo, la presión no es buena para el cerebro, enfadandote no vas a conseguir recordar nada
Apenas le conozco unos minutos y sin embargo suena como si fuese mi padre, me esta poniendo nervioso, tengo que empezar a sacarle respuestas, pero tiene razón, con los nervios a flor de piel no consigo nada, tengo que recordar como hacia antes mi trabajo de investigador, conseguir información, eso se me daba genial, era el mejor, no tengo ningún problema, pero se trata de mi vida maldita sea... en fin, respiremos hondo y empecemos...
Theo:¿Quien eres y de que me conoces? - Me pongo serio, con voz segura, quiero que entienda que esto no es una broma para mi - ¿Y por que estas aquí?
Hombre: Tranquilo, Theodor - Maldición, odio que me llamen así, es mi nombre de pila, nadie me llama asi, ya empieza a volver a mosquearme - Las respuestas llegaran antes de lo que piensas, pero antes, me temo que debo hablarte de un asunto mucho mas importante
Theo: ¿Mas importante que mi pasado? Lo dudo, mira, si quieres que esta conversación acabe bien, mas te vale empezar a darme respuestas claras y... - antes de que acabe la frase, me hace un gesto de silencio, sonríe, saca un archivador de su maletín y se dispone a hablar
Hombre: Theo, se que eres curioso, y que deseas saber mas de tu pasado, pero de momento, tendrás que esperar, te aseguro que tu y yo nos conocemos muy bien, aunque no puedas recordarme - sabe como hablarte, no se como lo hace, pero me esta convenciendo, hay algo en el que me tranquiliza, de momento, sigo escuchando - pero la razón de mi visita no es para recordar viejos tiempos y charlar de nuestras batallitas o de como nos ha ido la vida, sino de algo mas apremiante, el destino de millones de personas
Theo: ¿A que te refieres? ¿Como que el destino de millones de personas? - quizás me equivocaba sobre el, puede que solo sea un viejo chiflado o algo asi - ¿Por que no vas al grano y te dejas de rodeos?
Hombre: Muy bien, ya que parece que el tiempo apremia y que no deseas explicaciones complicadas - por fin empezamos a entendernos - te explicare pues, de que va la cosa. Tengo un amigo, el cual es científico, y ha realizado un descubrimiento muy importante, y de esto depende la vida de millones de personas, de que puedan salvarse, y no te engañes, no me refiero al planeta al completo, sino unos cuantos millones, puesto que el planeta esta condenado, desde el mismo momento que hizo aparición ese segundo sol, esta bola de barro tiene los días contados. - hace una pausa para retomar aliento, parece cansado, casi frustrado - Es aquí donde te toca intervenir a ti
Theo: ¿A mi? ¿Yo? - me he quedado perplejo, este tío me habla del apocalipsis primero y luego me dice que yo tengo que ayudar, definitivamente, esta loco - ¿Que se supone que voy a hacer yo contra una estrella? ¿Escupirle hasta conseguir apagarla? Pues lo llevamos claro, menuda manera de salvar gente
Hombre: Escuchame, yo no he dicho de detener el segundo sol, he dicho que del descubrimiento de mi amigo depende la vida de millones, pero tu debes ayudarnos. Mira atentamente - comienza a sacar fotografías del archivador - Es de vital importancia que el contenido que hay en este bolso - me muestra la fotografía de un bolso amarillo, se parece a esos tan horribles que compra mi novia - sea llevado y entregado a la cadena Rock-TV a las 8 de esta tarde. El bolso contiene una pequeña cinta de cámara oculta, y en su interior hay dos revelaciones - realiza una pausa, casi como si quisiese darle dramatismo, vamos, sigue hablando maldita sea - una primera que sera increíble y una segunda que hará que la gente crea en la primera. Esto creara el caos entre la gente, si, pero tambien les dara la oportunidad para poder salvarse, te lo aseguro.
Genial, el destino de un montón de neoyorquinos desquiciados y lunáticos depende de que encuentre un bolso amarillo normal y corriente con una cinta de camara oculta para emitirla en un apestoso canal de televisión, donde la emitirán y hará que la gente se ponga mas histérica todavía pero se puedan salvar... Si no fuera porque tenemos un segundo sol gigantesco en el cielo ahora mismo, pensaría que todo esto es una broma, pero sigo escuchándole
Hombre: En estos momentos solo puedo confiar en unas pocas personas, pero ninguna de ellas ha estado en acción, asique eres mi ultima esperanza, se que ahora deseabas tener una vida tranquila y despreocupada, sin meterte en problemas ajenos ni tener que hacer nada arriesgado como antes, pero pensar que ese segundo sol no te va a cambiar la vida es estúpido, asique decide que quieres hacer
Acaba de darme un discursito, casi en plan heroico, nadie podría resistirse a una cosa así, y menos yo, esta claro que este tío me conoce muy bien, sabe como alcanzarme la vena sensible, asique le haré caso, ademas, si esto sale bien, puedo beneficiarme para luego conseguir descubrir mi pasado
Theo: Vale, hare lo que me pides - me muestro un poco mas amistoso que antes - pero con una condición, cuando esto termine, quiero respuestas, muchas, ¿de acuerdo?
Hombre: No veo inconveniente - vuelve a sonreír como antes, este tío podría ser actor - pero no puedes fallar
Theo: Vale, entonces, para empezar, ¿donde encuentro el dichoso bolso?
Rápidamente saca nuevas fotografías, y me muestra varias, la primera, es de la dueña del bolso, una reportera o periodista, su cara me suena, puede que la haya visto por televisión, es igual, la siguiente, es del novio de la reportera, un técnico que trabaja en Rock-TV y que sera el encargado de poner la cinta si la consigo encontrar y llevar, la tercera, la del bolso, aunque no me explica nada mas de el, otra foto de un tipo con gafas con un interrogante dibujado encima y la ultima fotografía... ¡Joder! Es mi novia, ¿que tiene ella que ver con todo esto? Al ver que estoy perplejo, me explica que ella es la compañera de piso de la reportera, de modo que sera la forma mas rápida de llegar hasta ella, lo cual me da cierta ventaja
Una vez ha terminado de mostrarme todo esto, me dice que debe marcharse, le requieren en otro lugar, soy reacio a dejarlo marchar sin información o una manera de contactar con el, pero claro, si el mundo desaparece, no creo que importe mucho el pasado, asique me despido de el y me pongo manos a la obra. Me guardo las fotografías, me preparo para ir en búsqueda del dichoso bolso y cojo de nuevo el móvil y comienzo a marcar el numero de mi novia otra vez para ponerme en contacto con ella, parece que ha dejado de llamar un rato, espero que ahora no se haya enfadado y no vaya a cogérmelo...
Hombre desconocido
En el interior de su piso en la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23, junto al hombre desconocido
Una vez cierro la puerta con un portazo que hace temblar las paredes, lanzo al dichoso individuo hacia el interior de mi piso, y le arrastro hasta una silla cercana, todo ello sin mediar palabra y con la expresión mas dura que he puesto en mi vida, nunca me había puesto tan frenético
Hombre: Deberías tranquilizarte Theo, la presión no es buena para el cerebro, enfadandote no vas a conseguir recordar nada
Apenas le conozco unos minutos y sin embargo suena como si fuese mi padre, me esta poniendo nervioso, tengo que empezar a sacarle respuestas, pero tiene razón, con los nervios a flor de piel no consigo nada, tengo que recordar como hacia antes mi trabajo de investigador, conseguir información, eso se me daba genial, era el mejor, no tengo ningún problema, pero se trata de mi vida maldita sea... en fin, respiremos hondo y empecemos...
Theo:¿Quien eres y de que me conoces? - Me pongo serio, con voz segura, quiero que entienda que esto no es una broma para mi - ¿Y por que estas aquí?
Hombre: Tranquilo, Theodor - Maldición, odio que me llamen así, es mi nombre de pila, nadie me llama asi, ya empieza a volver a mosquearme - Las respuestas llegaran antes de lo que piensas, pero antes, me temo que debo hablarte de un asunto mucho mas importante
Theo: ¿Mas importante que mi pasado? Lo dudo, mira, si quieres que esta conversación acabe bien, mas te vale empezar a darme respuestas claras y... - antes de que acabe la frase, me hace un gesto de silencio, sonríe, saca un archivador de su maletín y se dispone a hablar
Hombre: Theo, se que eres curioso, y que deseas saber mas de tu pasado, pero de momento, tendrás que esperar, te aseguro que tu y yo nos conocemos muy bien, aunque no puedas recordarme - sabe como hablarte, no se como lo hace, pero me esta convenciendo, hay algo en el que me tranquiliza, de momento, sigo escuchando - pero la razón de mi visita no es para recordar viejos tiempos y charlar de nuestras batallitas o de como nos ha ido la vida, sino de algo mas apremiante, el destino de millones de personas
Theo: ¿A que te refieres? ¿Como que el destino de millones de personas? - quizás me equivocaba sobre el, puede que solo sea un viejo chiflado o algo asi - ¿Por que no vas al grano y te dejas de rodeos?
Hombre: Muy bien, ya que parece que el tiempo apremia y que no deseas explicaciones complicadas - por fin empezamos a entendernos - te explicare pues, de que va la cosa. Tengo un amigo, el cual es científico, y ha realizado un descubrimiento muy importante, y de esto depende la vida de millones de personas, de que puedan salvarse, y no te engañes, no me refiero al planeta al completo, sino unos cuantos millones, puesto que el planeta esta condenado, desde el mismo momento que hizo aparición ese segundo sol, esta bola de barro tiene los días contados. - hace una pausa para retomar aliento, parece cansado, casi frustrado - Es aquí donde te toca intervenir a ti
Theo: ¿A mi? ¿Yo? - me he quedado perplejo, este tío me habla del apocalipsis primero y luego me dice que yo tengo que ayudar, definitivamente, esta loco - ¿Que se supone que voy a hacer yo contra una estrella? ¿Escupirle hasta conseguir apagarla? Pues lo llevamos claro, menuda manera de salvar gente
Hombre: Escuchame, yo no he dicho de detener el segundo sol, he dicho que del descubrimiento de mi amigo depende la vida de millones, pero tu debes ayudarnos. Mira atentamente - comienza a sacar fotografías del archivador - Es de vital importancia que el contenido que hay en este bolso - me muestra la fotografía de un bolso amarillo, se parece a esos tan horribles que compra mi novia - sea llevado y entregado a la cadena Rock-TV a las 8 de esta tarde. El bolso contiene una pequeña cinta de cámara oculta, y en su interior hay dos revelaciones - realiza una pausa, casi como si quisiese darle dramatismo, vamos, sigue hablando maldita sea - una primera que sera increíble y una segunda que hará que la gente crea en la primera. Esto creara el caos entre la gente, si, pero tambien les dara la oportunidad para poder salvarse, te lo aseguro.
Genial, el destino de un montón de neoyorquinos desquiciados y lunáticos depende de que encuentre un bolso amarillo normal y corriente con una cinta de camara oculta para emitirla en un apestoso canal de televisión, donde la emitirán y hará que la gente se ponga mas histérica todavía pero se puedan salvar... Si no fuera porque tenemos un segundo sol gigantesco en el cielo ahora mismo, pensaría que todo esto es una broma, pero sigo escuchándole
Hombre: En estos momentos solo puedo confiar en unas pocas personas, pero ninguna de ellas ha estado en acción, asique eres mi ultima esperanza, se que ahora deseabas tener una vida tranquila y despreocupada, sin meterte en problemas ajenos ni tener que hacer nada arriesgado como antes, pero pensar que ese segundo sol no te va a cambiar la vida es estúpido, asique decide que quieres hacer
Acaba de darme un discursito, casi en plan heroico, nadie podría resistirse a una cosa así, y menos yo, esta claro que este tío me conoce muy bien, sabe como alcanzarme la vena sensible, asique le haré caso, ademas, si esto sale bien, puedo beneficiarme para luego conseguir descubrir mi pasado
Theo: Vale, hare lo que me pides - me muestro un poco mas amistoso que antes - pero con una condición, cuando esto termine, quiero respuestas, muchas, ¿de acuerdo?
Hombre: No veo inconveniente - vuelve a sonreír como antes, este tío podría ser actor - pero no puedes fallar
Theo: Vale, entonces, para empezar, ¿donde encuentro el dichoso bolso?
Rápidamente saca nuevas fotografías, y me muestra varias, la primera, es de la dueña del bolso, una reportera o periodista, su cara me suena, puede que la haya visto por televisión, es igual, la siguiente, es del novio de la reportera, un técnico que trabaja en Rock-TV y que sera el encargado de poner la cinta si la consigo encontrar y llevar, la tercera, la del bolso, aunque no me explica nada mas de el, otra foto de un tipo con gafas con un interrogante dibujado encima y la ultima fotografía... ¡Joder! Es mi novia, ¿que tiene ella que ver con todo esto? Al ver que estoy perplejo, me explica que ella es la compañera de piso de la reportera, de modo que sera la forma mas rápida de llegar hasta ella, lo cual me da cierta ventaja
Una vez ha terminado de mostrarme todo esto, me dice que debe marcharse, le requieren en otro lugar, soy reacio a dejarlo marchar sin información o una manera de contactar con el, pero claro, si el mundo desaparece, no creo que importe mucho el pasado, asique me despido de el y me pongo manos a la obra. Me guardo las fotografías, me preparo para ir en búsqueda del dichoso bolso y cojo de nuevo el móvil y comienzo a marcar el numero de mi novia otra vez para ponerme en contacto con ella, parece que ha dejado de llamar un rato, espero que ahora no se haya enfadado y no vaya a cogérmelo...
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Joe Rockatansky
Vestíbulo de su casa.
Antes siquiera de hbar cavilado cualquiera de las opciones, el estómago de la chica se abre con estruendo y la sangre golpea con violencia contra mí, contra las paredes, contra Kenneth. Sólo consigue murmurar "central" antes de morir... Kenneth sale disparado tras el asesino, oculto al final del pasillo, más en un arranque de furia que otra cosa, pienso yo, dejándome con un precioso cadáver y feo moribundo. Bonito percal.
El corazón me va a estallar dentro del pecho si ésto sigue así. Alzo el puño y golpeo sin clemencia al falso poli agonizante, sientiendo cómo el tabique nasal se hace añicos bajo mis dedos, notando su sangre tibia en mi mano. Inmediatamente después del golpe, se desploma. No sé si está desmayado o está muerto. Me importa un carajo.
Y es entonces cuando me sacude el dolor. Todos mis músculos se tensan hasta lo inhumano en un rictus doloroso, el pecho me arde, las articulaciones se me atrofian. Angina de pecho. Rezo al Señor para que sea anginade pecho. Es un momento demasiado jodido para que me de un puto ataque al corazón.
Caigo redondo al suelo, retorciéndome, sollozando más incluso que la ya difunta Lillith, oladas de dolor me recorren desde los pies hasta cabeza, es como si me clavasen navajas en el corazón.
¡Las pastillas! ¡Tengo que llegar a las pastillas que hay en la cocina!
Venga, vamos, maldito viejo, tienes que llegar, tienes que seguir vivo para aclarar toda ésta mierda. Joder, y mira que el médico me dijo que nada de comida china... Si no me muero ahora, me matará él mismo.
Acuclillado, trastabillando, entro en mi piso y me arrastro hasta la cocina. Vamos, abuelete, ya estás cerca. No sé si del final de tu vida o del dolor, pero, sea como sea, estás cerca.
Casi repto sobre el suelo, pasando a través de diversas puertas hasta que... Hasta que... ¡Veo la cocina! Venga, venga, venga, ¡vamos! ¡Sólo está a medio metro! Se me nubla la vista, tengo los pensamientos enturbiados, por un momento contemplo la posibilidad de dejarme vencer, de abandonar éste mundo. Total, Holly ya no está aquí, no volverá nunca. ¡No! ¡Debo seguir vivo! ¡Se lo debo a Lucy y a Dave! Nunca, nunca debo olvidar a mis hijos.
Alargo temblorosamente la mano y agarro con violencia el frasco de pastillas, que abro sin contemplaciones, tirando unas pocas pastillas al suelo. Cojo dos de ellas y las trago con dificultad. Si hubiese tragado cristales rotos me habría dolido menos. Y ahí me quedo, en el suelo, medio tumbado, medio sentado. Esperando mi destino...
Unos minutos más tarde, el dolor ha terminado. No he muerto. Sigo aquí. Van a hacer falta muchos más asesinos de polis para sacarme de éste mundo. Aunque... Je,je,je... Las pastillas son un medicamento derivado del... Es que me parto cuando lo recuerdo... Es un derivado opiáceo... ¡Ja,ja,ja,ja,ja! ¡Joder, estoy colocado! Todo va más lento, siento con fuerza el aire que respiro...
Un chasquido de estática me hace tener lo que los alcohólicos llaman "un momento de lucidez". Es la radio de la poli. Están transmitiendo a toda mecha algo sobre... ¡Joder! ¡Se me había olvidado! ¡La compañera de Lillith! ¡Si vienen aquí esos hijos de puta la acribillarán sin remordimiento algo!
Sudoroso, con la camisa pegada al cuerpo tanto por el sudor como por la sangre, me levanto, tambaleante, y voy andando como un jodido zombi hacia el vestíbulo. Eso sí, antes, me guardo el bote de las pastillas, que seguro lo necesitaré varias veces, y la radio de la policía, la cual apago momentáneamente.
Apoyándome costosamente en las paredes, recorro tan rápido como puedo los escasos metro que separan ambos pisos. Hay algo extrañamente gracioso en todo esto que no sé enfocar... Supongo que será cosa de los medicamentos... ¡Tengo que despejarme la cabeza, demonios!
Finalmente llego a su puerta. Toco insitentemente, pero nadie me bare. Joder, normal, con todo el jaleo que hemos organizado en cinco minutos aquí fuera, a saber quién es el guapo que abre ahora ninguna puerta. Empuño a Joyce y... Un momento... Ésta no es Joy... Aaah... Joder, Joyce está en mi pistolera, ésta es el arma del poli falso. Es igual, el caso es que dispara ¿no? Pues eso es lo que busco. Empuño el arma y la paunto contra la cerradura.
¡BLAM!
La puerta se abre casi como quejándose, humenado a través de su recién abierto y astillado agujero. La cabeza me da vueltas. Caigo de rodillas al suelo, mareado. Tengo que encontrar como sea a la chica, tengo que salvarla.
Pero me encuentro tremendamente mal. Todo va muy lento, y todo da vueltas. Definitivamente, hay algo que funciona mal dentro de mí...
Vestíbulo de su casa.
Antes siquiera de hbar cavilado cualquiera de las opciones, el estómago de la chica se abre con estruendo y la sangre golpea con violencia contra mí, contra las paredes, contra Kenneth. Sólo consigue murmurar "central" antes de morir... Kenneth sale disparado tras el asesino, oculto al final del pasillo, más en un arranque de furia que otra cosa, pienso yo, dejándome con un precioso cadáver y feo moribundo. Bonito percal.
El corazón me va a estallar dentro del pecho si ésto sigue así. Alzo el puño y golpeo sin clemencia al falso poli agonizante, sientiendo cómo el tabique nasal se hace añicos bajo mis dedos, notando su sangre tibia en mi mano. Inmediatamente después del golpe, se desploma. No sé si está desmayado o está muerto. Me importa un carajo.
Y es entonces cuando me sacude el dolor. Todos mis músculos se tensan hasta lo inhumano en un rictus doloroso, el pecho me arde, las articulaciones se me atrofian. Angina de pecho. Rezo al Señor para que sea anginade pecho. Es un momento demasiado jodido para que me de un puto ataque al corazón.
Caigo redondo al suelo, retorciéndome, sollozando más incluso que la ya difunta Lillith, oladas de dolor me recorren desde los pies hasta cabeza, es como si me clavasen navajas en el corazón.
¡Las pastillas! ¡Tengo que llegar a las pastillas que hay en la cocina!
Venga, vamos, maldito viejo, tienes que llegar, tienes que seguir vivo para aclarar toda ésta mierda. Joder, y mira que el médico me dijo que nada de comida china... Si no me muero ahora, me matará él mismo.
Acuclillado, trastabillando, entro en mi piso y me arrastro hasta la cocina. Vamos, abuelete, ya estás cerca. No sé si del final de tu vida o del dolor, pero, sea como sea, estás cerca.
Casi repto sobre el suelo, pasando a través de diversas puertas hasta que... Hasta que... ¡Veo la cocina! Venga, venga, venga, ¡vamos! ¡Sólo está a medio metro! Se me nubla la vista, tengo los pensamientos enturbiados, por un momento contemplo la posibilidad de dejarme vencer, de abandonar éste mundo. Total, Holly ya no está aquí, no volverá nunca. ¡No! ¡Debo seguir vivo! ¡Se lo debo a Lucy y a Dave! Nunca, nunca debo olvidar a mis hijos.
Alargo temblorosamente la mano y agarro con violencia el frasco de pastillas, que abro sin contemplaciones, tirando unas pocas pastillas al suelo. Cojo dos de ellas y las trago con dificultad. Si hubiese tragado cristales rotos me habría dolido menos. Y ahí me quedo, en el suelo, medio tumbado, medio sentado. Esperando mi destino...
Unos minutos más tarde, el dolor ha terminado. No he muerto. Sigo aquí. Van a hacer falta muchos más asesinos de polis para sacarme de éste mundo. Aunque... Je,je,je... Las pastillas son un medicamento derivado del... Es que me parto cuando lo recuerdo... Es un derivado opiáceo... ¡Ja,ja,ja,ja,ja! ¡Joder, estoy colocado! Todo va más lento, siento con fuerza el aire que respiro...
Un chasquido de estática me hace tener lo que los alcohólicos llaman "un momento de lucidez". Es la radio de la poli. Están transmitiendo a toda mecha algo sobre... ¡Joder! ¡Se me había olvidado! ¡La compañera de Lillith! ¡Si vienen aquí esos hijos de puta la acribillarán sin remordimiento algo!
Sudoroso, con la camisa pegada al cuerpo tanto por el sudor como por la sangre, me levanto, tambaleante, y voy andando como un jodido zombi hacia el vestíbulo. Eso sí, antes, me guardo el bote de las pastillas, que seguro lo necesitaré varias veces, y la radio de la policía, la cual apago momentáneamente.
Apoyándome costosamente en las paredes, recorro tan rápido como puedo los escasos metro que separan ambos pisos. Hay algo extrañamente gracioso en todo esto que no sé enfocar... Supongo que será cosa de los medicamentos... ¡Tengo que despejarme la cabeza, demonios!
Finalmente llego a su puerta. Toco insitentemente, pero nadie me bare. Joder, normal, con todo el jaleo que hemos organizado en cinco minutos aquí fuera, a saber quién es el guapo que abre ahora ninguna puerta. Empuño a Joyce y... Un momento... Ésta no es Joy... Aaah... Joder, Joyce está en mi pistolera, ésta es el arma del poli falso. Es igual, el caso es que dispara ¿no? Pues eso es lo que busco. Empuño el arma y la paunto contra la cerradura.
¡BLAM!
La puerta se abre casi como quejándose, humenado a través de su recién abierto y astillado agujero. La cabeza me da vueltas. Caigo de rodillas al suelo, mareado. Tengo que encontrar como sea a la chica, tengo que salvarla.
Pero me encuentro tremendamente mal. Todo va muy lento, y todo da vueltas. Definitivamente, hay algo que funciona mal dentro de mí...
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Theo Howlett
En el interior de su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Maldita sea, ¿donde se ha metido esta chica? La llamo y no contesta, no lo entiendo, hace cosa de diez minutos llamaba tan insistentemente que apenas habia separacion entre una llamada y otra, todas seguidas, sin descanso, de pronto para y ahora no me coge el telefono.
Porbaria de llamarla a casa, pero siempre tiene conectado ese estupido contestador automatico con uno de esos absurdos mensajes grabados con su compañera de piso, poniendo vocecilla de falsete para cuando llama alguien, y luego ni se entera, el movil siempre lo tiene encima, y no sabe como ponerlo en silencio, la he visto usarlo, solo sabe hacer dos cosas, llamar y colgar, tanta tecnologia de ultima generacion y camaras de tres con nosecuantos megapixeles solo para poder gritar, mierda, ¡coge el telefono de una puta vez, por dios, es una emergencia! Vamos, vamos, vamoooosssssss...
Vuelve a saltar el buzon de voz, creo que estoy empezando a desquiciarme, joder, me duele el pecho, tengo que tranquilizarme, llamare otra vez, si no lo coge, tendre que plantearme el ir a buscarla, no puede haberse enfadado conmigo por no haberlo cogido, quizas sea su forma de vengarse de mi... No, imposible, ella vive del movil, tiene que ser algo importante para que no lo coja... Venga, vuelvo a marcar su numero, veamos si hay suerte...
En el interior de su piso de la esquina del cruce de la 3ª avenida con la 23
Maldita sea, ¿donde se ha metido esta chica? La llamo y no contesta, no lo entiendo, hace cosa de diez minutos llamaba tan insistentemente que apenas habia separacion entre una llamada y otra, todas seguidas, sin descanso, de pronto para y ahora no me coge el telefono.
Porbaria de llamarla a casa, pero siempre tiene conectado ese estupido contestador automatico con uno de esos absurdos mensajes grabados con su compañera de piso, poniendo vocecilla de falsete para cuando llama alguien, y luego ni se entera, el movil siempre lo tiene encima, y no sabe como ponerlo en silencio, la he visto usarlo, solo sabe hacer dos cosas, llamar y colgar, tanta tecnologia de ultima generacion y camaras de tres con nosecuantos megapixeles solo para poder gritar, mierda, ¡coge el telefono de una puta vez, por dios, es una emergencia! Vamos, vamos, vamoooosssssss...
Vuelve a saltar el buzon de voz, creo que estoy empezando a desquiciarme, joder, me duele el pecho, tengo que tranquilizarme, llamare otra vez, si no lo coge, tendre que plantearme el ir a buscarla, no puede haberse enfadado conmigo por no haberlo cogido, quizas sea su forma de vengarse de mi... No, imposible, ella vive del movil, tiene que ser algo importante para que no lo coja... Venga, vuelvo a marcar su numero, veamos si hay suerte...
DenbroughMcClane- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Joe Rockatansky
Piso de Lillith, en el curce de Madison Avenue con la 26
Una gran bola sube desde mi estómago y... ¡BLERGHS! Acabo de vomitar hasta el último rollito de primarvera que he comido en toda mi vida. Quizá no debería haberme tomado dos patillas...
Con las rodillas temblándome, consigo levantarme a duras penas, y guardo el arma en el bolsillo de mi pantalón. Menudas pintas que debo de llevar...
Hay poco tiempo para registrar el piso, tengo que encontrar a la chica y llevármela cuanto más rápido mejor. Tambaleándome, avanzo por todas las habitaciones, buscando en vano. Es posible que ni tan siquiera estuviese en casa. Pero, de ser así, volvería a saber cuándo y la matarían sin que pudiese hacer nada por evitarlo. No pienso dejar que se repita algo parecido a los de Holly.
Voy por mi segunda pasada cuando oigo un sonsonete lejano. Avanzo deprisa, intentando encontrar la fuente de la débil música. Para cuado entro en el dormitorio, el sonido a cesado. Parecía la melodía de un móvil. La habitación está vacía, debajo de la cama no puede estar y... ¡El armario! Es posible que esté en el armario ropero que hay a mi derecha. Total, no pierdo nada por echar un vistazo.
Lo abro y encuentro a una chica acuclillada con un móvil entre las manos.
Chica: Maldito seas, Theo...
Es una chica de aspecto latino, morena y con unos curiosos ojos color aguamarina.
Joe: Sé que éste no es el aspecto que esperabas de tu príncipe salvador, pero soy de los buenos. Agente Joe Rockatansky, de la comisaría de Madison.
Chica: Pero... Yo...
Joe: Sí, ya sé lo de Lillith y lo de los terroristas. Algo en todo ese asunto apesta, y quier llegar hasta el fondo de ésta mierda. Y si muero por el camino, quiero saber que hice todo lo posible por llegar hasta el final. Si no me crees, he dejado un bonito fiambre de poli falso ahí afuera. Sea como sea, soy el único en quien puedes confiar.
Chica: Yo... Me llamo Micaela.
Joe: Un nombre precioso. ¿Te importa menear el culo y ayudar a éste viejo a salvar el tuyo?
Me tiende una mano para que la ayude a levantarse. Cuando lo hace, contemplo estupefacto que es una auténtica joya latina de larga y oscura melena, como esas chicas que en mi época sólo podían verse en las películas de Clint Eastwood de vaquero. Sus ojos aguamarina atrapan mi mirada y se entreve un cierto gracejo innato que espero tener tiempo de conocer, ya que la situación ahora mismo no es la más indicada para intercambiar chistes.
Un gato anaranjado sale del armario y se frota contra sus piernas. Micaela no tarda en cogerlo en brazos y enfilarse hacia la puerta.
Joe: Deja al gato.
Micaela: Pero le prometí a Lillith que lo cuidaría.
Joe: No creo que ha Lillith le importe mucho que cuides de su gato. Además, sabrá cómo cuidarse, los gatos son listos.
Micaela: ¿¿¿Le ha pasado algo a Lillith???
Joe: Chica, será mejor que no pienses en esas cosas, el mundo está especialmente loco hoy.
La rodeo por el hombro con un brazo y la obligo a apoyar la cabeza en mi pecho mientras nadamos hacia la puerta.
Joe: Sé que mi sobaco huele bastante mal, pero seguro que lo prefieres a ver la escabechinas que hemos montado ahí afuera.
Buena excusa para que no vea el cadáver reventado de su compañera, viejo...
Una vez llegamos a las escaleras, trotamos hasta la calle. Bueno, yo más bien me dejo caer, todavía no estoy totalmente recuperado.
Coger el coche supondría no poder ni sacarlo de su plaza de aparcamiento, y ello supondría un suicidio inmediato. Mejor ir a pie, pero... ¿A dónde?
Joe: Micaela, ¿tienes novio?
Micaela: ¿Cómo?
Joe: No pienso ponerme a flirtear contigo, necesito saber si podemos usar su casa como piso franco.
Micaela: Sí, llevo saliendo nueve meses con Theo.
Muy bien. Me alegro mucho por ellos. Si llevan nueve meses cabe la pequeña posibilidad de que no lo hayan rastreado y podamos estar seguros temporalmente en su piso.
Joe: Ojalá duréis mucho más tiempo. ¿Dónde vive?
Micaela: Vive en un piso de la esquina del cruce de la Tercera avenida con la 23.
¿La Tercera con la 23? Eso está a unas pocas manzanas de aquí. Pues allá que vamos. Me abrocho la chaqueta del uniforme tanto como puedo para tapar las manchas de sangre. Camuflarse entre la multitud vale de bastante poco si te haces destacar con esos "pequeños" detalles. A ver qué tal es ese Theo. No es por ser machista, pero las chicas más bonitas siempre se van con los tipos más lelos, y Micaela es verdaderamente bonita.
Maldita sea, viejo, ya estás divagando otra vez...
Piso de Lillith, en el curce de Madison Avenue con la 26
Una gran bola sube desde mi estómago y... ¡BLERGHS! Acabo de vomitar hasta el último rollito de primarvera que he comido en toda mi vida. Quizá no debería haberme tomado dos patillas...
Con las rodillas temblándome, consigo levantarme a duras penas, y guardo el arma en el bolsillo de mi pantalón. Menudas pintas que debo de llevar...
Hay poco tiempo para registrar el piso, tengo que encontrar a la chica y llevármela cuanto más rápido mejor. Tambaleándome, avanzo por todas las habitaciones, buscando en vano. Es posible que ni tan siquiera estuviese en casa. Pero, de ser así, volvería a saber cuándo y la matarían sin que pudiese hacer nada por evitarlo. No pienso dejar que se repita algo parecido a los de Holly.
Voy por mi segunda pasada cuando oigo un sonsonete lejano. Avanzo deprisa, intentando encontrar la fuente de la débil música. Para cuado entro en el dormitorio, el sonido a cesado. Parecía la melodía de un móvil. La habitación está vacía, debajo de la cama no puede estar y... ¡El armario! Es posible que esté en el armario ropero que hay a mi derecha. Total, no pierdo nada por echar un vistazo.
Lo abro y encuentro a una chica acuclillada con un móvil entre las manos.
Chica: Maldito seas, Theo...
Es una chica de aspecto latino, morena y con unos curiosos ojos color aguamarina.
Joe: Sé que éste no es el aspecto que esperabas de tu príncipe salvador, pero soy de los buenos. Agente Joe Rockatansky, de la comisaría de Madison.
Chica: Pero... Yo...
Joe: Sí, ya sé lo de Lillith y lo de los terroristas. Algo en todo ese asunto apesta, y quier llegar hasta el fondo de ésta mierda. Y si muero por el camino, quiero saber que hice todo lo posible por llegar hasta el final. Si no me crees, he dejado un bonito fiambre de poli falso ahí afuera. Sea como sea, soy el único en quien puedes confiar.
Chica: Yo... Me llamo Micaela.
Joe: Un nombre precioso. ¿Te importa menear el culo y ayudar a éste viejo a salvar el tuyo?
Me tiende una mano para que la ayude a levantarse. Cuando lo hace, contemplo estupefacto que es una auténtica joya latina de larga y oscura melena, como esas chicas que en mi época sólo podían verse en las películas de Clint Eastwood de vaquero. Sus ojos aguamarina atrapan mi mirada y se entreve un cierto gracejo innato que espero tener tiempo de conocer, ya que la situación ahora mismo no es la más indicada para intercambiar chistes.
Un gato anaranjado sale del armario y se frota contra sus piernas. Micaela no tarda en cogerlo en brazos y enfilarse hacia la puerta.
Joe: Deja al gato.
Micaela: Pero le prometí a Lillith que lo cuidaría.
Joe: No creo que ha Lillith le importe mucho que cuides de su gato. Además, sabrá cómo cuidarse, los gatos son listos.
Micaela: ¿¿¿Le ha pasado algo a Lillith???
Joe: Chica, será mejor que no pienses en esas cosas, el mundo está especialmente loco hoy.
La rodeo por el hombro con un brazo y la obligo a apoyar la cabeza en mi pecho mientras nadamos hacia la puerta.
Joe: Sé que mi sobaco huele bastante mal, pero seguro que lo prefieres a ver la escabechinas que hemos montado ahí afuera.
Buena excusa para que no vea el cadáver reventado de su compañera, viejo...
Una vez llegamos a las escaleras, trotamos hasta la calle. Bueno, yo más bien me dejo caer, todavía no estoy totalmente recuperado.
Coger el coche supondría no poder ni sacarlo de su plaza de aparcamiento, y ello supondría un suicidio inmediato. Mejor ir a pie, pero... ¿A dónde?
Joe: Micaela, ¿tienes novio?
Micaela: ¿Cómo?
Joe: No pienso ponerme a flirtear contigo, necesito saber si podemos usar su casa como piso franco.
Micaela: Sí, llevo saliendo nueve meses con Theo.
Muy bien. Me alegro mucho por ellos. Si llevan nueve meses cabe la pequeña posibilidad de que no lo hayan rastreado y podamos estar seguros temporalmente en su piso.
Joe: Ojalá duréis mucho más tiempo. ¿Dónde vive?
Micaela: Vive en un piso de la esquina del cruce de la Tercera avenida con la 23.
¿La Tercera con la 23? Eso está a unas pocas manzanas de aquí. Pues allá que vamos. Me abrocho la chaqueta del uniforme tanto como puedo para tapar las manchas de sangre. Camuflarse entre la multitud vale de bastante poco si te haces destacar con esos "pequeños" detalles. A ver qué tal es ese Theo. No es por ser machista, pero las chicas más bonitas siempre se van con los tipos más lelos, y Micaela es verdaderamente bonita.
Maldita sea, viejo, ya estás divagando otra vez...
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Hubert Schmalz
Me desplomo agotado en un callejón derribando un cubo de basura; un par de gatos huyen.
Logro sentarme en el suelo con la espalda apoyada en un muro de ladrillos. Intento respirar, intento que mi corazón no me rompa el pecho a fuerza de latidos.
Cierro los ojos, veo la cara de Carlo, con su bigotito y perilla cuidadosamente recortados, rímel en las pestañas y un boquete sangrante en la cabeza.
Ya no hay vuelta atrás ¿verdad? Me consuela saber que quizás nunca la hubo.
Lo siento Carlo, de veras que lo siento, pero no me dejaste otra opción.
La vida sigue y mi fuga también. Me incorporo, me duele todo, tiemblo de pies a cabeza y prácticamente estoy untado en sudor.
Poco a poco recupero el control de mi cuerpo; ordeno el mis cosas. Pongo uno de los sobres en mi pantalón, la foto de Madre en la cartera y la pistola bien a mano.
Necesito un disfraz.
Salgo a la calle, está abarrotada; la gente compra y vende como si no hubiese mañana. Me acerco a un tenderete de ropa barata, y compro una gorra de los New York Yankees, una sudadera, unas gafas de sol y una bolsa de deporte.
Escucho las conversaciones de otros compradores, todo el rato lo mismo, el Segundo Sol, acaparar víveres, evacuar la ciudad, buscar refugio... pardillos. Llevo mucho trabajando para los cabrones que dirigen el cotarro y sé que es así como quieren tenernos, cagaditos de miedo.
Hoy es el Segundo Sol, pero ayer fue la crisis económica, y anteayer el terrorismo; no importa el Hombre del Saco que usen, siempre será para lo mismo. Para que estemos calladitos, quietecitos, nos dejemos mangonear y encima les demos las gracias.
De todas formas esta gente me está poniendo nervioso, el pánico colectivo nunca falla. Compro dos botellas de agua a precio de oro y un puñado de barritas energéticas.
Según me alejo del puesto oigo la palabras "tiroteo", "disparos", "muerto", se me seca la boca y aprieto el paso.
Necesito información, saber que mi fotografía no está en las noticias junto al teléfono de la policía. Busco un escaparate con televisores, pero casi todas las tiendas de electrónica han cerrado hoy. Por pura casualidad me encuentro con el familiar brillo azul de una televisión, un viejo cacharro de tubo catódico. Entro en la tienda, está a medio camino de un bazar de electrónica, una casa de empeños y una armería. El mostrador está protegido por una reja y en el fondo del habitáculo hay una bandera confederada. El sitio se las trae.
Me acerco al televisor y recorro los canales de noticias, no hay mando así que tengo que pulsar el botón como una rata de laboratorio.
Carlo no aparece por ningún sitio, por lo visto el verdadero follón está en Central Park. Genial, mientras mantenga a los polis y a los medios ocupados...
Tendero - ¡Eh tú! ¿qué haces? - Me espeta una voz ronca desde detrás. Giro como una peonza y veo a un tipo alto, fuerte, barrigudo, tatuado; vestido con una camisilla mugrienta y unos vaqueros. Lleva la cabeza rapada y un generoso mostacho.
Tendero - ¡Te he preguntado que qué haces! ¿Eres sordo o qué? - Se inclina un poco hacia mí.
Hubert - Si... perdóneme, estaba mirando su televisor ¿Por cuánto lo vende?
El gigantón me mira y se carcajea.
Tendero - ¿Esa tele? ¡JA! ¡Te tengo calado amigo, ya sé porque estás aquí!
Mierda, lo sabe.
Se lleva la mano derecha a la espalda, es rápido. Saca un pistola de grandes dimensiones.
La alza sonriente.
Tendero - ¡Quieres una de estas, amigo!
Hubert - Ehh... si claro. - Sonrío estúpidamente
Tendero - ¡Claro que si! ¡Necesitamos toda la artillería que podamos conseguir!
Hubert - ¿Nosotros? - No sé ni por qué pregunto.
Tendero - ¡Pues claro! ¡Nosotros! ¡Para defendernos de los traidores y los enemigos de la patria! - El hombretón empieza a largar una perorata sobre "el complot judeo-masónico-comunista-negroide-mongoloide que amenaza a nuestro gran país", del que por supuesto el Segundo Sol es una pieza fundamental.
Yo asiento todo el rato y le sigo la corriente, que para algo es el hombre del arma. Me trago el discursito al completo, la versión extendida íntegra del director. Menos mal que este tugurio tiene aire acondicionado. Cuando termina le compro una pistola, munición, una linterna, una radio, baterías y toda la quincalla de supervivencia que me pone sobre el mostrador. Botiquín incluido.
Se despide de mi sonriendo de oreja a oreja, con el puño alzado.
Tendero - ¡Poder blanco!
Parece que le he caído en gracia.
Salgo de la tienda y camino hacia calles más despejadas, me veo reflejado en lo que queda del escaparate de una tienda recién saqueada. Ni Madre me reconocería. Me suena el móvil, Madre. Sólo ella conoce este teléfono, le hice prometer que no se lo daría a nadie más. El de toda la vida está convenientemente hundido en el Hudson, no iba a dejar que me localizasen por la señal del repetidor. Miro la pantalla, no reconozco el número, mala, muy mala señal.
Me pongo el aparato junto a la oreja, casi espero oir al agente Nosequién del FBI, ordenándome que me entregue. En su lugar oigo una voz conocida:
Jean-Luc - ¿¡Tío Hubert!?
Mi cerebro salta al momento, mi sobrino Jean-Luc, el hijo mayor de Helga. Lleva el nombre del gilipollas de su padre, y eso que Madre insistió en que debería llevar el de su abuelo. Pero Helga ni caso, haría cualquier cosa que ese baboso le pidiese, como mudarse de país, por ejemplo.
Jean-Luc - ¿¡Tío Hubert!? - repite
Hubert - ¡Jean-Luc! ¿Cómo has conseguido este número?
Jean-Luc - Me lo dio la abuela, estoy en problemas tío, necesito tu ayuda - solloza el chaval
Palabras mágicas, quiero a este crío como si fuese mío. Helen no quería tener hijos, decía que se interpondrían en nuestras carreras. Ya lo creo, la muy zorra. Después de mi infarto me abandonó y se llevó la mitad de mis clientes, con un crío le habría resultado más complicada la jugada.
Hubert - Calma Jean-Luc, cuéntame que ocurre.
Jean-Luc - Estoy en Nueva York, en la central de Rock-TV, necesito que vengas tío, creo que han matado a mi novia...
Jean-Luc fue el primer niño en la familia en dos décadas, y yo era su héroe. El tito Hubert, me quería más que a su padre, aunque eso no fue muy difícil. El crío vale, es listo, fuerte y guapo, podría haber entrado en la universidad con una beca deportiva, pero lo hizo a golpe de matrícula de honor. L'Université de Montréal... ¿Por qué demonios no está allí?
Hubert - Para un poco chico, ¿De qué me estás hablando? ¿No estarás metido en drogas, verdad?
Jean-Luc - ¡No tío, hablo en serio! ¡Tenemos que retransmitir a las 8, has millones de vidas en juego!
Trabajo moviendo mucho dinero, sé cuando alguien quiere colármela; y por disparatado que suene, el chico dice la verdad.
Hubert - Vale chico, cálmate ¿Cómo puedo ayudarte?
Jean-Luc - Tienes que venir a Rock-TV, si me ayudas te ayudaré...
¿Ayudarme? ¿Sabe algo sobre el dinero? Esto es una locura.
Jean-Luc - Las cosas se van a poner feas tío, traéte un arma, un guardaespaldas, lo que sea, pero ven preparado... Si eliges venir...
Hubert - Jean-Luc, espera...
Corta la llamada.
Me quedo parado en la acera como un pasmarote, mirando los coches. Veo un taxi en la lejanía, le hago señas agitando los brazos, Panamá allá voy...
Madre - Hubert, eres una deshonra.
¿¡Qué!?
Madre - Ya me has oído jovencito, eres una deshonra para tu familia. Si tu padre, que en gloria esté, viese en lo que te has convertido, se volvería a morir del disgusto. Robas, matas, traicionas a tu porpia sangre...
¡Basta!
Dios, me estoy volviendo loco, abro mi cartera, donde puse la fotografía de Madre después de mi encontronazo con Carlo, parece que fue hace mil siglos...
Lo foto no tiene nada raro, pero juraría que acaba de hablarme. Genial, un brote psicótico, estoy teniendo un día cojonudo.
El taxi para, el conductor parece pakistaní.
Conductor - ¿A dónde?
Hubert- ... a Rock-TV, y rápido.
Aguanta Jean-Luc, tito Hubert va al rescate.
Me desplomo agotado en un callejón derribando un cubo de basura; un par de gatos huyen.
Logro sentarme en el suelo con la espalda apoyada en un muro de ladrillos. Intento respirar, intento que mi corazón no me rompa el pecho a fuerza de latidos.
Cierro los ojos, veo la cara de Carlo, con su bigotito y perilla cuidadosamente recortados, rímel en las pestañas y un boquete sangrante en la cabeza.
Ya no hay vuelta atrás ¿verdad? Me consuela saber que quizás nunca la hubo.
Lo siento Carlo, de veras que lo siento, pero no me dejaste otra opción.
La vida sigue y mi fuga también. Me incorporo, me duele todo, tiemblo de pies a cabeza y prácticamente estoy untado en sudor.
Poco a poco recupero el control de mi cuerpo; ordeno el mis cosas. Pongo uno de los sobres en mi pantalón, la foto de Madre en la cartera y la pistola bien a mano.
Necesito un disfraz.
Salgo a la calle, está abarrotada; la gente compra y vende como si no hubiese mañana. Me acerco a un tenderete de ropa barata, y compro una gorra de los New York Yankees, una sudadera, unas gafas de sol y una bolsa de deporte.
Escucho las conversaciones de otros compradores, todo el rato lo mismo, el Segundo Sol, acaparar víveres, evacuar la ciudad, buscar refugio... pardillos. Llevo mucho trabajando para los cabrones que dirigen el cotarro y sé que es así como quieren tenernos, cagaditos de miedo.
Hoy es el Segundo Sol, pero ayer fue la crisis económica, y anteayer el terrorismo; no importa el Hombre del Saco que usen, siempre será para lo mismo. Para que estemos calladitos, quietecitos, nos dejemos mangonear y encima les demos las gracias.
De todas formas esta gente me está poniendo nervioso, el pánico colectivo nunca falla. Compro dos botellas de agua a precio de oro y un puñado de barritas energéticas.
Según me alejo del puesto oigo la palabras "tiroteo", "disparos", "muerto", se me seca la boca y aprieto el paso.
Necesito información, saber que mi fotografía no está en las noticias junto al teléfono de la policía. Busco un escaparate con televisores, pero casi todas las tiendas de electrónica han cerrado hoy. Por pura casualidad me encuentro con el familiar brillo azul de una televisión, un viejo cacharro de tubo catódico. Entro en la tienda, está a medio camino de un bazar de electrónica, una casa de empeños y una armería. El mostrador está protegido por una reja y en el fondo del habitáculo hay una bandera confederada. El sitio se las trae.
Me acerco al televisor y recorro los canales de noticias, no hay mando así que tengo que pulsar el botón como una rata de laboratorio.
Carlo no aparece por ningún sitio, por lo visto el verdadero follón está en Central Park. Genial, mientras mantenga a los polis y a los medios ocupados...
Tendero - ¡Eh tú! ¿qué haces? - Me espeta una voz ronca desde detrás. Giro como una peonza y veo a un tipo alto, fuerte, barrigudo, tatuado; vestido con una camisilla mugrienta y unos vaqueros. Lleva la cabeza rapada y un generoso mostacho.
Tendero - ¡Te he preguntado que qué haces! ¿Eres sordo o qué? - Se inclina un poco hacia mí.
Hubert - Si... perdóneme, estaba mirando su televisor ¿Por cuánto lo vende?
El gigantón me mira y se carcajea.
Tendero - ¿Esa tele? ¡JA! ¡Te tengo calado amigo, ya sé porque estás aquí!
Mierda, lo sabe.
Se lleva la mano derecha a la espalda, es rápido. Saca un pistola de grandes dimensiones.
La alza sonriente.
Tendero - ¡Quieres una de estas, amigo!
Hubert - Ehh... si claro. - Sonrío estúpidamente
Tendero - ¡Claro que si! ¡Necesitamos toda la artillería que podamos conseguir!
Hubert - ¿Nosotros? - No sé ni por qué pregunto.
Tendero - ¡Pues claro! ¡Nosotros! ¡Para defendernos de los traidores y los enemigos de la patria! - El hombretón empieza a largar una perorata sobre "el complot judeo-masónico-comunista-negroide-mongoloide que amenaza a nuestro gran país", del que por supuesto el Segundo Sol es una pieza fundamental.
Yo asiento todo el rato y le sigo la corriente, que para algo es el hombre del arma. Me trago el discursito al completo, la versión extendida íntegra del director. Menos mal que este tugurio tiene aire acondicionado. Cuando termina le compro una pistola, munición, una linterna, una radio, baterías y toda la quincalla de supervivencia que me pone sobre el mostrador. Botiquín incluido.
Se despide de mi sonriendo de oreja a oreja, con el puño alzado.
Tendero - ¡Poder blanco!
Parece que le he caído en gracia.
Salgo de la tienda y camino hacia calles más despejadas, me veo reflejado en lo que queda del escaparate de una tienda recién saqueada. Ni Madre me reconocería. Me suena el móvil, Madre. Sólo ella conoce este teléfono, le hice prometer que no se lo daría a nadie más. El de toda la vida está convenientemente hundido en el Hudson, no iba a dejar que me localizasen por la señal del repetidor. Miro la pantalla, no reconozco el número, mala, muy mala señal.
Me pongo el aparato junto a la oreja, casi espero oir al agente Nosequién del FBI, ordenándome que me entregue. En su lugar oigo una voz conocida:
Jean-Luc - ¿¡Tío Hubert!?
Mi cerebro salta al momento, mi sobrino Jean-Luc, el hijo mayor de Helga. Lleva el nombre del gilipollas de su padre, y eso que Madre insistió en que debería llevar el de su abuelo. Pero Helga ni caso, haría cualquier cosa que ese baboso le pidiese, como mudarse de país, por ejemplo.
Jean-Luc - ¿¡Tío Hubert!? - repite
Hubert - ¡Jean-Luc! ¿Cómo has conseguido este número?
Jean-Luc - Me lo dio la abuela, estoy en problemas tío, necesito tu ayuda - solloza el chaval
Palabras mágicas, quiero a este crío como si fuese mío. Helen no quería tener hijos, decía que se interpondrían en nuestras carreras. Ya lo creo, la muy zorra. Después de mi infarto me abandonó y se llevó la mitad de mis clientes, con un crío le habría resultado más complicada la jugada.
Hubert - Calma Jean-Luc, cuéntame que ocurre.
Jean-Luc - Estoy en Nueva York, en la central de Rock-TV, necesito que vengas tío, creo que han matado a mi novia...
Jean-Luc fue el primer niño en la familia en dos décadas, y yo era su héroe. El tito Hubert, me quería más que a su padre, aunque eso no fue muy difícil. El crío vale, es listo, fuerte y guapo, podría haber entrado en la universidad con una beca deportiva, pero lo hizo a golpe de matrícula de honor. L'Université de Montréal... ¿Por qué demonios no está allí?
Hubert - Para un poco chico, ¿De qué me estás hablando? ¿No estarás metido en drogas, verdad?
Jean-Luc - ¡No tío, hablo en serio! ¡Tenemos que retransmitir a las 8, has millones de vidas en juego!
Trabajo moviendo mucho dinero, sé cuando alguien quiere colármela; y por disparatado que suene, el chico dice la verdad.
Hubert - Vale chico, cálmate ¿Cómo puedo ayudarte?
Jean-Luc - Tienes que venir a Rock-TV, si me ayudas te ayudaré...
¿Ayudarme? ¿Sabe algo sobre el dinero? Esto es una locura.
Jean-Luc - Las cosas se van a poner feas tío, traéte un arma, un guardaespaldas, lo que sea, pero ven preparado... Si eliges venir...
Hubert - Jean-Luc, espera...
Corta la llamada.
Me quedo parado en la acera como un pasmarote, mirando los coches. Veo un taxi en la lejanía, le hago señas agitando los brazos, Panamá allá voy...
Madre - Hubert, eres una deshonra.
¿¡Qué!?
Madre - Ya me has oído jovencito, eres una deshonra para tu familia. Si tu padre, que en gloria esté, viese en lo que te has convertido, se volvería a morir del disgusto. Robas, matas, traicionas a tu porpia sangre...
¡Basta!
Dios, me estoy volviendo loco, abro mi cartera, donde puse la fotografía de Madre después de mi encontronazo con Carlo, parece que fue hace mil siglos...
Lo foto no tiene nada raro, pero juraría que acaba de hablarme. Genial, un brote psicótico, estoy teniendo un día cojonudo.
El taxi para, el conductor parece pakistaní.
Conductor - ¿A dónde?
Hubert- ... a Rock-TV, y rápido.
Aguanta Jean-Luc, tito Hubert va al rescate.
El Zombie Enmascarado- 100% Nuevo!
- Cantidad de envíos : 7
Fecha de inscripción : 01/04/2008
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Dana Rodson
Entrada a Central Park.
Por fín he encontrado el coche patrulla que me había comentado el chaval. Se encuentra juesto en medio de la calle, bloqueado entre los coches que lo rodean. ¿Por qué los polis no pusieron la sirena para pedir paso?
PArece vacío, espero que en su afán de ir a donde quiera que fuesen sus ocupantes se olvidasen de cerrar con llave. Echo mano a la puerta del conductor y...
-¡Bingo!-exclamo mientras la puerta se abre suavemente.
Quizá si que esté cambiando mi suerte después de todo. Miro por todo el interior del vehículo en busca de un arma, una pistola, una escopeta, no hay nada. Nadaque pueda servirme de ayuda. Me recuesto en el asiento y echo la cabezza hacia atrás, deesperada por mi suerte cambiente.
En ese momento un sonido crepitante me sobresalta. ¡La radio! ¡Pues claro, que tonta he sido! lla agarro con las dos manos con una fuerza que me hace pensar por un momento que la pueda romper.
-¿¡Hola!?,¿¡hola!?,¿alguien me oye? atención a todas las unidades disponibles, ¡se está procediendo a un tiroteo en Central Park!¡envien todas las fuerzas posibles, y ambulancias!¡hay heridos y posiblemente haya también muertos!, ¿¡hola!?.
Mierda, espero que alguien conteste, no puede ser que todos los polis de la ciudad hayan desaparecido.
-¡Repito!, ¡a todas las unidades disponibles, se está procediendo a un tiroteo en Central Park!, ¡envíen ayuda!.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Hanako Kitano
Corriendo hacia Central Park
Aquellas calles parecían no tener fin. Corría junto a aquel extraño profesor, Marvin, hacia Central Park. La gente se agolpaba escuchando a falsos predicadores, a líderes que ofrecían falsos refugios o soluciones contra el segundo sol, etc. Llegando a las calles cercanas al gran pulmón de la gran manzana los coches empezaban a aparecer abandonados. Dejados a su suerte y bloqueando las salidas a los desesperados que intentaban huir de la ciudad. Incluso algunos coches de policía yacían en el cemento, que más bien parecía un camposanto.
A lo lejos se oían disparos... no tan lejos, desde Central Park... Fue a mirar al profesor, a presuntarle qué coño pasaba cuando un movimiento en uno de los coches patrulla, una mujer de cabello castaño intentaba advertir a la policía del tiroteo...pobre, pensó, ahora ni la policía escucha las llamadas de auxilio... Extrañamente, el profesor desviaba su ruta hacia donde se oían los tiros... ¿Pero qué coño...?
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Dana Rodson y Hanako Kitano
A las puertas de Central Park
No he terminado de gritarle a la radio cuando no muy lejos escucho la voz de sorpresa de una mujer.
-Pero qué coño...
Salgo del coche y la veo, una mujer asiática, de rasgos duros, a lo lejos veo a un hombre rubio y de traje correr hacia la zona de la que se oyen los disparos.
antes de poder reaccionar, la mujer se me acerca.
-Ey, sabes quien está formando tanto jaleo en el parque?-dice mientras no pierde de vista al otro.
Durante un momento me quedo sin saber como reaccionar, me sorprende ver lo serena que está esta mujer teniendo en cuenta el alboroto que hay montado.
-N..no, no tengo ni idea, un chaval que he visto antes y una cría me no han dicho más que alguien estaba disparando.-Miro hacia el parque y encojo los hombros.-Lo cual no es mucho más de lo que ya es obvio. ¿Quien eres tú, sois polis? ¿a donde cree que va tu compañero?
-¿Polis? No... creo que no... lo siento- me vuelve a sonreir de forma enigmática-Tenemos que ir hacia allí, aunque te parezca mentira, estarás más segura con nosotros que sola...-Se gira un poco y me ofrece la mano-No tenemos mucho tiempo... vienes?
Vuelvo a mirarla de arriba a abajo, parece muy segura y más enterada que yo de lo que pasa, además tiene razón: si vamos en grupo estaremos más seguros.
Agarro su mano firmemente y antes de comenzar a andar le vuelvo a acosar a preguntas.
-¿Por qué no tenemos tiempo?¿Que pasa?
- Cuanto más tardemos, a más gente matará ese loco...-responde con resignación-Tenemos que cojer algo.. Allí, el amigo, está emperrado en que es cosa de vida o muerte..
Me incorporo y comienzo a seguirla.
-¿Quien es el "amigo"?-continúo inadagando.
-Ehm... Marvin, un profesor que parece que no valora en exceso su propia vida- dice ella mientras me muestra una sonrisa irónica.
-¿Un profesor? ¿y qué narices pinta un profesor en todo esto?-esto cada vez es más raro.
- Eso mismo me pregunto yo...-Vuelve a sonreirme, pero un escalofrío recorre mi espalda, es el tipo de sonrisa que no te gusta encontrar en un callejón oscuro.
Mientras vamos esquivando los coches hacia la entrada caigo en que todavía no me ha dicho quién es ella, bueno, yo tampoco me he presentado formalmente, que digamos.
-Bueno, cambiando de tema, todavía no me has dicho quienes sois, por cierto soy Dana.-intento mantener una mirada que le de a entender que necesito más explicaciones.
Arquea una ceja, parece que le divierte la pregunta-El es Marvin, yo...-hace una pausa dramática, pensando qué decir exactamente-yo soy Kitano.
Esa pausa me dice más que las respuestas que no me ha dado, esta mujer oculta algo, de momento me interesa seguirle la corriente, ya veremos a donde lleva todo esto.
[b]-Encantada-contesto apresuradamente-¿y cual es vuestro plan?
- Igualmente.... ¿nuestro plan? llegar a la zona en cuestión, observar, y decidir cual va a ser nuestro plan de accion.-tras una breve pausa continúa-¿Sabes usar un arma?
-Sí, pero no llevo ninguna encima-alzo los brazos para mostrar lo obvio: voy en ropa de deporte.-además un capullo me robó la bolsa en donde llevaba mis cosas así que voy con lo puesto.
Vuelve a sonreirme, esta vez es una sonrisa sincera, comprendiendo mi situación. Mete la mano en una mochilita pequeña y negra, de las que se usan para el transporte de cámaras de fotos. Al cabo de un momento saca una beretta con silenciador, y tres cargadores.
-Bien, toma, sobra decir que no la uses si no es extrictamente necesario.¿Verdad?
Otra vez la sonrisa fría. Esta tía da miedo, tan pronto parece tu mejor amiga como te mira de la forma que mira un gato a un ratón.
Cojo los cargadores y me los meto en los bolsillos.Agarro el arma, la reviso y la amartillo.-Descuida.-¿Quien coño son estos tipos?
-Bien, ¿vamos?
-Te sigo.
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Hanako Kitano y Dana Rodson
Hacia Central Park
"Este tío está loco..." Piensa mientras se acerca a la joven del coche patrulla. Definitivamente, le importa una mierda su vida..."
La mujer la mira sorprendida, sin saber muy bien que hace Hanako allí, ella no se inmuta, está acostumbrada a esas reacciones... generalmente, nadie vive para contarlo, pero ese día está lleno de excepciones.
- Ey, sabes quien está formando tanto jaleo en el parque? Parece que la chica tiene conocimiento de la situación, aunque su nerviosa mirada le demuestra todo lo contrario, luego, lo hace patente.
N..no, no tengo ni idea, un chaval que he visto antes y una cría me no han dicho más que alguien estaba disparando.-Miro hacia el parque y encojo los hombros.-Lo cual no es mucho más de lo que ya es obvio. ¿Quien eres tú, sois polis? ¿a donde cree que va tu compañero? Eso es algo que a ella le gustaría saber, va a tener una charla muy divertida con el profesor... ¿Policias? Pobre...
-¿Polis? No... creo que no... lo siento. Tenemos que ir hacia allí, aunque te parezca mentira, estarás más segura con nosotros que sola...- Le ofrece la mano, no sabe muy bien porqué, quizá porque sabe que seis manos son mejor que cuatro, y que con dos civiles será más fácil huir, llegado el caso - No tenemos mucho tiempo... vienes? Ella la mira, parece pensárselo, pero Kitano no tiene tiempo para indecisiones... Cuando va a apartarla, ella se la coje y sale del coche, la mira inquisitiva, como si fuera una madre riñéndole en silencio a su hija.
-¿Por qué no tenemos tiempo?¿Que pasa? ¿Porque un grupo de asesinos nos persigue? ¿Porque en unas horas, el de Central Park no va a ser el único metiendo tiros? Prefiere tirar a la parte sensible de la mujer.
Cuanto más tardemos, a más gente matará ese loco...Tenemos que cojer algo.. Allí, el amigo, está emperrado en que es cosa de vida o muerte.. Que bonito....
-¿Quien es el "amigo"?- Es más lista de lo que aparenta, sí señor, parece ser que el destino está uniendo a todos la gente poco legal de la ciudad... Decide serle, más o menos, sincera, al fin y al cabo, lo está defendiendo de Ellos, pero no le ha jurado lealtad eterna...
-Ehm... Marvin, un profesor que parece que no valora en exceso su propia vida-Que le digan que no es cierto.
-¿Un profesor? ¿y qué narices pinta un profesor en todo esto?-Ya está bien, estás haciendo demasiadas preguntas y no estás en disposición de negociar... o vienes o no. Punto. Hanako sonríe.
- Eso mismo me pregunto yo...- "entre otras cosas, entre otras..."
-Bueno, cambiando de tema, todavía no me has dicho quienes sois, por cierto soy Dana.- La mira como si quisiera que le explicara todas las razones que la han llevado hasta allí. Pobre, confórmate con nuestros nombres.
-El es Marvin, yo...- Se piensa si darle el suyo u otro, bueno, no pasa nada, todos la conocen por Kitano, así que...yo soy Kitano. No le hace gracia la contestación.
]-Encantada ¿y cual es vuestro plan? Si lo supiera...
- Igualmente.... ¿nuestro plan? llegar a la zona en cuestión, observar, y decidir cual va a ser nuestro plan de accion. ¿Sabes usar un arma? Por su complexión diría que sí, por los brazos...
-Sí, pero no llevo ninguna encima, además un capullo me robó la bolsa en donde llevaba mis cosas así que voy con lo puesto. Levanta los brazos para justificarlo, sonríe, sabe que es una putada. Pero puede observarla mejor, esta tía sabe defenderse bien...
Empieza a buscar en su mochila, le quedan cuatro berettas y veinte cargadores... no es mucho, pero decide darle una de las pistolas y tres caargadores. Ella la coje, la mira y la amartilla "uy, que dura.." piensa con ironía. -Bien, toma, sobra decir que no la uses si no es extrictamente necesario.¿Verdad? Ni se te ocurra usarla contra mí o el profesor... si aprecias tu vida...-Bien, ¿vamos?
-Te sigo.
Andando...
Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Erin. En coche patrulla.
Vuelve a mirarse el reloj, cada vez está más nerviosa, una oleada de coches patrulla han pasado casi volando. Se deben de haber detenido en la calle paralela, justo la dirección que ella dió. Suerte que ese edificio tiene varias entradas al zaguán compartido, en una todo el depantamento de policía, en la otra una chica nerviosa custodiando un coche patrulla.
Se activa la radio, una chica (no debe de ser policía porque no se presenta como tal) dice algo de un tiroteo en Central Park, nadie le contesta. Al cabo de un momento desde la radio le piden formalmente que deje de interferir la frecuencia de la policía o la arrestarán.
Erin: ¡¡Esto es una locura!! ¿Nisiquiera se van a molestar en comprobar si es verdad?
Toda la ciudad llenandose por momentos de locos y toda la policía de la ciudad debía estar metida en atascos por dirigirse a el punto donde Kenneth se encontraba, a por una pobre mujer cuyo unico "delito" era haber conseguido alguna información muy pero que muy importante. Erin no creía que aguantaría mucho tiempo ahi sentada sin intentar hacer nada.
ElUltimoEnMorir- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Ese tio me persigue con una moto!! que coño le pasa!?!? 10.000 policias en todo el departamento y tengo que ir a parar con el héroe. Meto la mano rebuscando a ciegas en la mochila hasta que doy con él, un movil que me dejó mi contacto para poder avisarle. Activo la rellamada mientras con el otro brazo conduzco intentando no llevarme ningun obstaculo delante.
suena el tono...
- Ya me he cargado a la chica... ahora quiero mi parte le digo amenazante
- Verás, las cosas han cambiado, veo que estás hasta el cuello y que precisamente no ha sido un buen trabajo, por lo que ahora atiende, si quieres tu parte y la de tus compañeros, recupera el bolso con todo lo que tenía, avisame cuando lo tengas
- hijo de puta!! no hay ningun cambio, hice mi trabajo y listo, dame mi dinero! casi de los gritos ni siquiera tendría que usar el movil
- no estas en condiciones de imponerte, te estan persiguiendo y tienes a toda la pasma encima, recupera ese bolso, tus compañeros vieron a la chica con él por última vez en Central Park
Click!
Joder... joder... joder... tengo a un terminator negro detrás mia y encima tengo que ir a Central Park a buscar un bolso, con lo enorme que es, pego un volantazo y me dirijo hacia allí, entrando con el coche en pleno parque a través del Museo de Historia Natural, por la 81St
Link al mapa http://maps.google.com/maps?f=q&hl=es&geocode=&q=central+park&ie=UTF8&ll=40.782597,-73.971135&spn=0.002742,0.005021&t=h&z=18&layer=c&cbll=40.781819,-73.971433&cbp=1,135.77017221155188,,0,-1.7039330156852985
nekroraptor- Administrador y Jefe Supremo
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Agente Kenneth.
En plena persecución.
Acelero la moto y paso rozando entre varios coches para acortar distancias, cuando casi lo tengo a tiro noto que la moto se levanta de la rueda trasera y salgo volando.
Ruedo por el asfalto a gran velocidad y noto como la brutal fricción me quema la piel de los brazos. Me golpeo la cabeza con la puerta de una camioneta parada y me quedo k.o durante un momento.
El dolor del tiro en el hombro, las quemaduras de piel y el golpe en la cabeza me nockean el pensamiento. Me levanto desorientado.
Oigo un ruido extraño y tardo casi un minuto en darme cuenta de que es el movil.
Me apoyo en la camioneta mientras contesto para no perder el equilibrio.
Erin: Tio Kenneth!! una chica a avisado de un tiroteo en central park y ni un solo policía a hecho caso. Tengo miedo ¿que cojones está pasando?
Agente Kenneth: Cuando tienes problemas vuelvo a ser el tio kenneth eh? no puedo evitar una sonrisa casi paternal Han matado a la chica que intentaba proteger y nisiquiera e visto la cara de quién era. Jamás sabre quién a sido ¡¡mierda!!... Bueno ya de nada sirve quejarse, voy a hechar un vistazo a Central Park, supongo que no tardaré mucho en enterarme de donde es. Escuchame si baja un poli con pinta de acabado prestale el coche patrulla y no te separes de el.
Espero que alguien me pague las horas extra.
ElUltimoEnMorir- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Theo Howlett
Mierda, no responde al móvil, se acabo, no pienso esperar a que me llame o a que responda, voy a buscarla ahora mismo, no tengo tiempo para tonterias, su piso no esta muy lejos de aquí, un par de manzanas, sera fácil llegar, no tengo ni que coger transporte, lo cual seria una autentica estupidez sabiendo como esta el trafico lleno de gente que intenta marcharse de la ciudad o simplemente irse a cualquier otro lado, caminar me vendrá bien, es sano, me relajara, venga, ponte en marcha de una vez y deja de divagar.
Cojo mis cosas, mi Zippo, nunca voy a ningún lado sin el, se que a mi chica le molesta, pero eso es porque tiene el nombre de otra mujer grabado, ella no lo entiende, nunca se lo he llegado a explicar, pero da igual, aunque quisiera tampoco podría explicárselo, simplemente porque no lo recuerdo. Mientras estoy en mis pensamientos me pongo las converse rojas, tienen ya muchos años, pero son las mejores que existen, agarro una chaqueta ancha, me da igual el maldito calor, me permite cargar con todo tipo de cosas, y guardo en los bolsillos las fotografías que me han dado, cojo mi caja de "herramientas" por si acaso, aspirinas, el reproductor de música portátil y las gafas de sol, si el mundo se va al infierno y yo con el, que sea así como tenga que ir equipado.
Me dirijo a la puerta, parece que se oye algo afuera, pero no voy a pararme a escuchar o mirar a través de la mirilla, yo me voy de aqui, nadie puede pararme, abro la puerta y salgo hacia... hacia... - ¿Micky? - es mi novia, Micaela, delante de mi puerta, acompañada por un hombre bastante mayor, de aspecto cansado, no parece que este en muy buena forma, no se que hacen juntos, pero que ella este aqui me viene perfecto, como la quiero, seguro que venia directamente, voy a abrazarla, a besarla, a... ¡¡¡PLAF!!!
De pronto me encuentro con la cara completamente girada, el pomulo izquierdo inchado y dolorido, una ráfaga de aire me mueve el pelo hacia la derecha... Micaela acaba de soltarme un guantazo, un derechazo, ¡que ostia me ha dado! Mierda, ¿que cojones le pasa? Antes de que me de cuenta, vuelve a lanzarse contra mi, enfurecida, ofuscada, CABREADA, joder, seguro que es por lo del móvil...
Antes de que llegue a mi, el hombre que la acompañaba la coge de los brazos, la retira de mi alcance o a mi del suyo, no estoy muy seguro, aun me da vueltas la cabeza del guantazo, ha conseguido marearme, me pitan los oídos, que bruta que es esta chica cuando quiere... El hombre le dice algo, creo que esta intentando calmarla, ella grita enfurecida, no consigo enterarme, me ha dado muy fuerte, pero parece que se esta relajando, el hombre le dice mas cosas, no lo entiendo, ¿este tio quien es y de donde ha salido? ¿Que hace con mi novia y porque a el le escucha y a mi me golpea?
Ay, ay, ay, creo que me ha aflojado un diente... Vuelvo a oir, vale, es hora de aclarar las cosas
Mierda, no responde al móvil, se acabo, no pienso esperar a que me llame o a que responda, voy a buscarla ahora mismo, no tengo tiempo para tonterias, su piso no esta muy lejos de aquí, un par de manzanas, sera fácil llegar, no tengo ni que coger transporte, lo cual seria una autentica estupidez sabiendo como esta el trafico lleno de gente que intenta marcharse de la ciudad o simplemente irse a cualquier otro lado, caminar me vendrá bien, es sano, me relajara, venga, ponte en marcha de una vez y deja de divagar.
Cojo mis cosas, mi Zippo, nunca voy a ningún lado sin el, se que a mi chica le molesta, pero eso es porque tiene el nombre de otra mujer grabado, ella no lo entiende, nunca se lo he llegado a explicar, pero da igual, aunque quisiera tampoco podría explicárselo, simplemente porque no lo recuerdo. Mientras estoy en mis pensamientos me pongo las converse rojas, tienen ya muchos años, pero son las mejores que existen, agarro una chaqueta ancha, me da igual el maldito calor, me permite cargar con todo tipo de cosas, y guardo en los bolsillos las fotografías que me han dado, cojo mi caja de "herramientas" por si acaso, aspirinas, el reproductor de música portátil y las gafas de sol, si el mundo se va al infierno y yo con el, que sea así como tenga que ir equipado.
Me dirijo a la puerta, parece que se oye algo afuera, pero no voy a pararme a escuchar o mirar a través de la mirilla, yo me voy de aqui, nadie puede pararme, abro la puerta y salgo hacia... hacia... - ¿Micky? - es mi novia, Micaela, delante de mi puerta, acompañada por un hombre bastante mayor, de aspecto cansado, no parece que este en muy buena forma, no se que hacen juntos, pero que ella este aqui me viene perfecto, como la quiero, seguro que venia directamente, voy a abrazarla, a besarla, a... ¡¡¡PLAF!!!
De pronto me encuentro con la cara completamente girada, el pomulo izquierdo inchado y dolorido, una ráfaga de aire me mueve el pelo hacia la derecha... Micaela acaba de soltarme un guantazo, un derechazo, ¡que ostia me ha dado! Mierda, ¿que cojones le pasa? Antes de que me de cuenta, vuelve a lanzarse contra mi, enfurecida, ofuscada, CABREADA, joder, seguro que es por lo del móvil...
Antes de que llegue a mi, el hombre que la acompañaba la coge de los brazos, la retira de mi alcance o a mi del suyo, no estoy muy seguro, aun me da vueltas la cabeza del guantazo, ha conseguido marearme, me pitan los oídos, que bruta que es esta chica cuando quiere... El hombre le dice algo, creo que esta intentando calmarla, ella grita enfurecida, no consigo enterarme, me ha dado muy fuerte, pero parece que se esta relajando, el hombre le dice mas cosas, no lo entiendo, ¿este tio quien es y de donde ha salido? ¿Que hace con mi novia y porque a el le escucha y a mi me golpea?
Ay, ay, ay, creo que me ha aflojado un diente... Vuelvo a oir, vale, es hora de aclarar las cosas
DenbroughMcClane- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
El mendigo lleva una enorme mochila a su espalda a través del escenario de pesadilla. Estacas de hormigón y hierro sobresaliendo de un manto de ceniza que llega hasta la rodilla.
Ya falta menos para llegar a el refugio. Necesitaba ver a otras personas, solo abría la boca para comer y hasta eso sucedía demasiadas pocas veces. No podía encender la radio por si lo escuchaban los malditos zombies, pero necesitaba oir la calida voz de la mujer que indicaba como encontrar la salvación. No sabría definir lo que sentía al oirla, era una voz joven pero con un fondo de amargura que la hacía casi imposible de definir y que le recordaba a su vez a su madre, a su esposa y a su hija.
Cuatro calles. Totalmente vacías, pero aún así no me arriesgo a enchufar el viejo transistor, tan superviviente como yo, tan lejano de los buenos tiempos como yo.
Tres calles. Veo el cartel y me dirijo hacia allí corriendo. Todo mi cuerpo es un amasijo de cansancio pero la esperanza me da fuerzas.
Dos calles. Una mujer me saluda desde una de las ventanas, lleva un bebe a los brazos. Noto las lágrimas bañando mi rostro.
Una calle. Atravieso como una exhalacion la ultima calle, dejando un zurco en el mar de ceniza. Mi corazón late desbocado.
En frente de la puerta. Me abren, voy a subir las escaleras y noto un fuerte tirón en la pierna, luego otro y otro. Entre la ceniza veo a una niña, de piel blanca con enormes manchas negras ¡¡¡mierda los tirones eran mordiscos!!! Oigo como se cierran las puertas, oigo un bebe llorar sobre mi cabeza. Yo ya estoy perdido
[/quote]
MOLE.
De cruzadas en Central Park.
Muerete!! deja al hombre en paz!! ¿Cuantas veces he disparado ya a esa niña? Y aún así no puedo evitar que el mal la abandone, tampoco a los demás. No puedo evitar que unos maten y otros mueran. Tiene que haber una manera ¡¡Dios muestrame la forma de darles la paz!!!
Y el grandullón se cuelga la ametralladora a un lado, sube un momento a su furgoneta cuyos amortiguadores vuelven a quejarse de su peso y cuando baja tiene cargada sobre su espalda un solido y enorme depósito de combustible a juego con el lanzallamas que luce en su mano.
Luego empieza a rociar de fuego a los cuerpos de los que el mismo hace nada a privado de vida.
Ya falta menos para llegar a el refugio. Necesitaba ver a otras personas, solo abría la boca para comer y hasta eso sucedía demasiadas pocas veces. No podía encender la radio por si lo escuchaban los malditos zombies, pero necesitaba oir la calida voz de la mujer que indicaba como encontrar la salvación. No sabría definir lo que sentía al oirla, era una voz joven pero con un fondo de amargura que la hacía casi imposible de definir y que le recordaba a su vez a su madre, a su esposa y a su hija.
Cuatro calles. Totalmente vacías, pero aún así no me arriesgo a enchufar el viejo transistor, tan superviviente como yo, tan lejano de los buenos tiempos como yo.
Tres calles. Veo el cartel y me dirijo hacia allí corriendo. Todo mi cuerpo es un amasijo de cansancio pero la esperanza me da fuerzas.
Dos calles. Una mujer me saluda desde una de las ventanas, lleva un bebe a los brazos. Noto las lágrimas bañando mi rostro.
Una calle. Atravieso como una exhalacion la ultima calle, dejando un zurco en el mar de ceniza. Mi corazón late desbocado.
En frente de la puerta. Me abren, voy a subir las escaleras y noto un fuerte tirón en la pierna, luego otro y otro. Entre la ceniza veo a una niña, de piel blanca con enormes manchas negras ¡¡¡mierda los tirones eran mordiscos!!! Oigo como se cierran las puertas, oigo un bebe llorar sobre mi cabeza. Yo ya estoy perdido
[/quote]
MOLE.
De cruzadas en Central Park.
Muerete!! deja al hombre en paz!! ¿Cuantas veces he disparado ya a esa niña? Y aún así no puedo evitar que el mal la abandone, tampoco a los demás. No puedo evitar que unos maten y otros mueran. Tiene que haber una manera ¡¡Dios muestrame la forma de darles la paz!!!
Y el grandullón se cuelga la ametralladora a un lado, sube un momento a su furgoneta cuyos amortiguadores vuelven a quejarse de su peso y cuando baja tiene cargada sobre su espalda un solido y enorme depósito de combustible a juego con el lanzallamas que luce en su mano.
Luego empieza a rociar de fuego a los cuerpos de los que el mismo hace nada a privado de vida.
ElUltimoEnMorir- 150% Zombie!
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Re: EL SEGUNDO SOL. (UZ1)
Joe Rockatansky
Micaela Estévez
Empujones, codazos, resoplidos y demás muestras de "amor conciudadano" acaban dando su fruto cuando la calle donde vive ese tal Theo aparece entre nosotros. Durante el arduo trayecto a pie Micaela se ha tranquilizado un poco, aunque sé que es la calma antes de la tempestad, y todavía queda el tema de Lillith.
Intercambiando unas pocas frases durante el camino (siempre nos recomendaron hacer ésto para tranquilizar a secuestrados y rehenes) he averiguado que se apellida Estévez, lo cual hace todavía más latina, y que es (ésto sí que ha sido una gran sorpresa) cirujana. Casi me arrepiento de no llevarme ningún balazo y estar a su cuidado, la verdad.
Antes siquiera de que alce el puño para tocar a la puerta, ésta se abre, mostrando a un tipo delgaducho , desaliñado, pero, a fin de cuentas, ¿quién soy yo para criticar las pintas de nadie, si voy cubierto de sangre, oliendo a sudor y sangre y sin afeitar?
Theo: ¿Micky?
Mira que mono, le ha puesto un mote de...
¡PLAF!
¡Joder! ¡Le ha cruzado la cara de mala manera!
Micaela: ¡Maldito hijo de puta! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Alza de nuevo la mano para repasarle un poco más la cara, pero la cojo por la muñeca y la acerco a mí, rodeándola por los hombros e inmovilizándole los brazos.
Joe: Vamos, nena, relájate.
Micaela: Yo... Yo... ¡Mierda!
Joe: Tranquila, chica, ya estás a salvo.
La acuno un poco, como cuando Lucy tenía pesadillas y venía llorando a la cama con Holly y conmigo. Lucy... Lucy, preciosa, no te imaginas lo mucho que te echo de menos. Micaela me recuerda tanto a tí...
Joe: Venga, cálmate, tú puedes...
Theo todavía está bastante anonadado. No todos los días un poli a punto de retirarse cubierto de sangre te trae a domicilio una novia desquiciada. La verdad es que tiene un poco cara de pardillo. Lo dicho, las mejores chicas siempre se quedan con los mayores perdedores. Por eso Holly me escogió a mí...
Joe: Theodore, ¿tu casa es segura?
Me mira con cara extrañada. Joder, definitivamente, es un panoli.
Joe: Déjalo, da igual.
Lo aparto a un lado y meto a Micaela (¿Micky? Me sigue pareciendo muy cursi...) conmigo, no paro hasta llegar a la sala de estar, donde la obligo a sentarse en un destartalado sofá para que descanse un poco. Menuda casa de mierda. Los jóvenes de hoy en día no saben lo que es vivir bien. Saben vivir con dinero y lujos, pero no saben vivir bien con un presupuesto normal. En mis tiempos ésto no pasaba...
Estoy demasiado viejo para éstas cosas, me tiembla el pulso sólo de los nervios acumulados y me encuentro terriblemente cansado.
Theo nos sigue, extrañado. Quizá haya que contarle algo, para que se aclare, más que nada.
Joe: Soy el agente Joe Rockatansky, de la comisaria de Madison, y hoy he repetido tantas veces ésta frase que no quiero volver a decirla en un mes. Soy vecino de tu novia, que a su vez es compañera de piso de Lillith McClaud, McClaud como Christopher Lambert en "Los Inmortales", supongo que la conocerás. A Lillith, me importa una mierda se has visto la película o no. A Lillith la perseguían por presunta alianza con terroristas, pero eran polis falsos. Todo ésto huele mal, si de verdad fuese terrorista habría oído algo en comisaría, y más si es... era... mi vecina.
Micaela: ¿Cómo que "era"? ¿Quieres decir que...?
Joe: Sí, nena, ha muerto. Si te sirve de consuelo, fue rápido. Dijo algo sobre una central antes de morir.
Micaela: ¡No! ¡Lillith no!
Joe: Lo siento, no tenía estómago para decírtelo antes...
Micaela se echa a llorar, absolutamente desconsolada. La verdad es que no es para menos, por muy ajetreado que sea el día a día de cualquier cirujano, y he visto suficientes veces al hospital como para hacerme a la idea, no puede ser ni la mitad de impactante de lo que han sido éstas últimas horas.
Me siento a su lado para tratar de consolarla un poco, y ella llora sobre mi pecho, agarrando con fuerza y furia mi maltrecha camisa...
Joe: ¿Y tú? ¿Puedes arrojar algo de luz sobre todo éste montón de mierda?
A ver qué me dice el panoli de Theo...
Micaela Estévez
Empujones, codazos, resoplidos y demás muestras de "amor conciudadano" acaban dando su fruto cuando la calle donde vive ese tal Theo aparece entre nosotros. Durante el arduo trayecto a pie Micaela se ha tranquilizado un poco, aunque sé que es la calma antes de la tempestad, y todavía queda el tema de Lillith.
Intercambiando unas pocas frases durante el camino (siempre nos recomendaron hacer ésto para tranquilizar a secuestrados y rehenes) he averiguado que se apellida Estévez, lo cual hace todavía más latina, y que es (ésto sí que ha sido una gran sorpresa) cirujana. Casi me arrepiento de no llevarme ningún balazo y estar a su cuidado, la verdad.
Antes siquiera de que alce el puño para tocar a la puerta, ésta se abre, mostrando a un tipo delgaducho , desaliñado, pero, a fin de cuentas, ¿quién soy yo para criticar las pintas de nadie, si voy cubierto de sangre, oliendo a sudor y sangre y sin afeitar?
Theo: ¿Micky?
Mira que mono, le ha puesto un mote de...
¡PLAF!
¡Joder! ¡Le ha cruzado la cara de mala manera!
Micaela: ¡Maldito hijo de puta! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Alza de nuevo la mano para repasarle un poco más la cara, pero la cojo por la muñeca y la acerco a mí, rodeándola por los hombros e inmovilizándole los brazos.
Joe: Vamos, nena, relájate.
Micaela: Yo... Yo... ¡Mierda!
Joe: Tranquila, chica, ya estás a salvo.
La acuno un poco, como cuando Lucy tenía pesadillas y venía llorando a la cama con Holly y conmigo. Lucy... Lucy, preciosa, no te imaginas lo mucho que te echo de menos. Micaela me recuerda tanto a tí...
Joe: Venga, cálmate, tú puedes...
Theo todavía está bastante anonadado. No todos los días un poli a punto de retirarse cubierto de sangre te trae a domicilio una novia desquiciada. La verdad es que tiene un poco cara de pardillo. Lo dicho, las mejores chicas siempre se quedan con los mayores perdedores. Por eso Holly me escogió a mí...
Joe: Theodore, ¿tu casa es segura?
Me mira con cara extrañada. Joder, definitivamente, es un panoli.
Joe: Déjalo, da igual.
Lo aparto a un lado y meto a Micaela (¿Micky? Me sigue pareciendo muy cursi...) conmigo, no paro hasta llegar a la sala de estar, donde la obligo a sentarse en un destartalado sofá para que descanse un poco. Menuda casa de mierda. Los jóvenes de hoy en día no saben lo que es vivir bien. Saben vivir con dinero y lujos, pero no saben vivir bien con un presupuesto normal. En mis tiempos ésto no pasaba...
Estoy demasiado viejo para éstas cosas, me tiembla el pulso sólo de los nervios acumulados y me encuentro terriblemente cansado.
Theo nos sigue, extrañado. Quizá haya que contarle algo, para que se aclare, más que nada.
Joe: Soy el agente Joe Rockatansky, de la comisaria de Madison, y hoy he repetido tantas veces ésta frase que no quiero volver a decirla en un mes. Soy vecino de tu novia, que a su vez es compañera de piso de Lillith McClaud, McClaud como Christopher Lambert en "Los Inmortales", supongo que la conocerás. A Lillith, me importa una mierda se has visto la película o no. A Lillith la perseguían por presunta alianza con terroristas, pero eran polis falsos. Todo ésto huele mal, si de verdad fuese terrorista habría oído algo en comisaría, y más si es... era... mi vecina.
Micaela: ¿Cómo que "era"? ¿Quieres decir que...?
Joe: Sí, nena, ha muerto. Si te sirve de consuelo, fue rápido. Dijo algo sobre una central antes de morir.
Micaela: ¡No! ¡Lillith no!
Joe: Lo siento, no tenía estómago para decírtelo antes...
Micaela se echa a llorar, absolutamente desconsolada. La verdad es que no es para menos, por muy ajetreado que sea el día a día de cualquier cirujano, y he visto suficientes veces al hospital como para hacerme a la idea, no puede ser ni la mitad de impactante de lo que han sido éstas últimas horas.
Me siento a su lado para tratar de consolarla un poco, y ella llora sobre mi pecho, agarrando con fuerza y furia mi maltrecha camisa...
Joe: ¿Y tú? ¿Puedes arrojar algo de luz sobre todo éste montón de mierda?
A ver qué me dice el panoli de Theo...
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